Seleccionar página

dios-3

Por Julio López Peralta / @JulioYLP

Pocos premios en México generan tanta polémica como las Diosas de Plata. Cada año, diferentes sectores de la industria cinematográfica nacional alzan la voz a favor y en contra de estos galardones, entregados por los Periodistas Cinematográficos de México (Pecime), una asociación fundada por el poeta Efraín Huerta en 1945.

La controversia alrededor de este premio radica en que, con los años, su entrega se corrompió, preocupándose más por reconocer la fama que el talento. Como en 2014,  cuando en la categoría a Mejor Director había nombres como el de Amat Escalante, que venía de obtener el Premio al Mejor Director por la película Heli en el Festival Internacional de Cine de Cannes, así como el de Diego Quemada-Diez, que había obtenido más de 100 reconocimientos en el mundo con su ópera prima La jaula de Oro. Sin embargo, en esta misma lista figuraban otros directores, de entre los que cabe destacar el nombre de Eugenio Derbez que participaba con No se aceptan devoluciones, que más allá de su éxito en taquilla, no se trata necesariamente de una película que esté a la altura de sus mencionadas competidoras.

Es el proceder Pecime lo que provoca el encono. En la actualidad la organización funciona como un club privado, que hace más de una década no admite nuevos integrantes, y del que parece sólo se sale con los pies por delante. El misterio no tiene que nada que ver con esconder oscuros secretos del pasado, la cortina sirve para ocultar su deshonroso presente.

Este secretismo es casi absoluto. Se sabe que la conforman alrededor de 25 miembros, pero sólo se conocen los nombres de las personas que aparecen en su organigrama. Su Presidente es Alejandro Vázquez Cruz, que en algún momento trabajo en el periódico La Prensa; Agustín Pérez Gutiérrez funge como Secretario Tesorero y la Secretaria de la Organización es Mónica Beltrán Tagle, que también trabajo para el diario La Prensa. Como Secretario de las Actas está Óscar Díaz y en el cargo de Prevención Social está Roberto Aparicio Ponce, que laboró en Televisa y MVS. Las Relaciones Públicas del Pecime corren a cargo de Sally De Perete,  quien hace años fungía como conductora en eventos sociales,  mientras que el Consejo de Votación está en manos de Alejandro Salazar Hernández, reportero del desaparecido diario El Nacional.

b77bb0c235706c73b4399c08740bc79af02dee19

En la actualidad los periodistas, directores, actores, productores, guionistas y técnicos del gremio del cine desconocen a estas a personas o a otros integrantes de Pecime, principalmente porque la mayoría hace años que no ejercen el periodismo. Son muy pocos de ellos quienes lo siguen haciendo.

No obstante, tal vez todo lo anterior podría ser ignorado si los premios que entregan tuvieran un poco de credibilidad, sin embargo Pecime carece de un protocolo eficaz para nominar y premiar. Por ejemplo, para llegar a las ternas finales sólo hay dos vías: la primera es que alguno de sus fantasmagóricos miembros haya visto la película y la postule -¿Cuántas quedarán fuera por omisión?-. La segunda es que el productor o director envíe directamente una copia a las oficinas de este gremio. Algo complicado tomando en cuenta que no lanzan una convocatoria y tampoco se sabe cómo se realizan las votaciones.

Este 2017 la película más nominada a las Diosas de Plata es Girón de niebla del director Julio Cesar Estrada. En total, este largometraje tiene 11 postulaciones, incluidas las de mejor película, mejor director, mejor actor y mejor actriz. Con apenas un par de semanas en la cartelera nacional, en términos generales es un largometraje que cumple, pero que en lo personal considero muy lejos de estar entre las mejores cintas mexicanas de este año.

Dicho en pocas palabras, las Diosas de Plata entregadas por los Periodistas Cinematográficos de México (retirados) al carecer de seriedad y rigor, se aprovechan de la fama, trayectoria y talento de quien las recibe para avalar su ceremonia y así asegurar su inexplicable existencia.

pla-2