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Por Julio López Peralta / @JulioYLP

Carne y arena (Virtualmente presente, físicamente invisible) es tremendamente cruda y visualmente impactante. La experiencia de inmersión supera los límites imaginables, logrando que te conviertas en un migrante por un breve periodo. La experiencia literalmente te deja los pies helados.

Carne y arena: La realidad virtual al servicio del arte. 

Alejandro G. Iñarritu tardo un lustro en cristalizar este proyecto, mientras que el último de estos 5 años lo pasó perfeccionando la técnica y buscando la tecnología adecuada para desarrollar esta experiencia de realidad virtual.

Junto con el cinefotógrafo Emmanuel Lubezki logró crear una experiencia que borra las fronteras entre los personajes. Es como si presenciaras una obra de teatro en la que eres el único espectador y, además, puedes subir al escenario, caminar entre los actores e incluso interactuar con ellos.

Iñarritu asegura que “la realidad virtual es todo lo que no es el cine. Nuestra realidad es multidimensional y el cine es ese pequeño orificio con el que los cineastas invitamos al visitante a observar y le damos un pequeño porcentaje de la realidad. Luego interpretamos todo lo demás. Además, lo observas de una forma pasiva y no participativa. Eso es el cine. La realidad virtual es, por el contrario, la creación de una realidad multidimensional en la que, a través de tu visor, tú eres ese orificio en tu mente. Tú escoges y tú participas activamente”.

El autor aquí logra algo que ya había visualizado en Amores Perros. En aquella, su ópera prima, la cámara era una especie de ente voyerista que nos mostraba la realidad. En Carne y arena ese ente voyerista somos nosotros mismos.

Carne y arena: El drama migrante. 

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Durante 4 años, el laureado director se entrevistó con decenas de migrantes y se acercó a diferentes instituciones para luego condesar toda esa información en esta instalación multidisciplinaria dividida en tres partes.

La primera es un golpe al cuerpo, un pequeño cuarto con bancas de metal, luces tenues y un frío que en pocos minutos empieza a calar los huesos. Es una réplica de una “hielera”; esas celdas en las que encierran por largos periodos a los migrantes que son capturados.

La siguiente experiencia es un ataque a los sentidos que nos confronta a una situación límite, dejando al descubierto mucho de nuestra personalidad. Al vivirla se experimenta miedo, odio, indignación, compasión y hasta un poco de euforia. La escena es simple; migrantes exhaustos, hambrientos y perseguidos que buscan llegar a Estados Unidos cruzando a través del desierto, sólo que esta vez vivirás la experiencia como si estuvieras ahí.

La tercera parte es un acto que te invita a la reflexión, a conocer un par de historias de personas que han cruzado la frontera arriesgando todo por encontrar el sueño americano.

Alejandro G. Iñarritu asegura que este es sólo “un intento de explorar una condición humana, una obra artística que hablará de una condición humana y una crisis humana a nivel mundial, no sólo geográfica, no sólo nacionalista”.

Lo que hay que saber antes de asistir

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  • Carne y arena se exhibe en el Centro Cultural Tlatelolco de martes a domingo y con horarios variables.
  • La entrada tiene un costo de $300 pesos. Cuenta con diferentes descuentos.
  • Los boletos sólo se venderán los lunes, a partir del 18 de septiembre, a través de la página http://carneyarenatlatelolco.comy en las taquillas del Centro Cultural Universitario. A las 9am se abre la venta.
  • Sólo se pueden comprar 2 boletos por persona.
  • Una vez asignado el día y horario de tu visita no se hacen cambios.
  • El recorrido dura aproximadamente 20 min.
  • El acceso a Carne y Arena está prohibido a menores de 15 años. No es recomendado para personas con claustrofobia, afecciones cardíacas, antecedentes de convulsiones y epilepsia.
  • El recorrido lo hace una persona a la vez.
  • Se recomienda llegar 30 minutos antes de tu cita.
  • Si llegas tarde el boleto se cancela y no hay rembolsos.
  • Parte del recorrido se hace sin zapatos ni calcetas.
  • Se prohíbe tomar fotos y video. Los aparatos electrónicos los puedes dejar en el guardarropa del lugar.
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