Por Gonzalo Lira Galván / @Gonyz
Situada en los años ‘90, lo nuevo de Robin Campillo (guionista frecuente de Laurent Cantet) habita en una realidad que, aunque en menor medida, sigue sintiéndose vigente para nuestros tiempos. Titulada 120 Latidos por Minuto y recientemente multi premiada en Cannes (donde ganó la Queer Palm, el premio FIPRESCI, el François Chalais y el Gran Premio del Jurado), la película nos adentra en la vida diaria del movimiento Act Up París desde la mirada de Sean Dalmazo (Nahuel Pérez Biscayart).
Es a través de su protagonista que Campillo encuentra una voz para contar sus propias experiencias como miembro del movimiento, que hace unas décadas comenzó una conocida campaña de concientización alrededor de la epidemia de SIDA en el mundo y, particularmente, países europeos como Francia.
Platicamos con el actor sobre los retos actorales de esta producción (elegida por la academia de su país para representarlos en el Oscar 2018), así como sobre el subtexto de la misma, que invita a la reflexión sobre la complejidad para llegar a un acuerdo, aún teniendo un objetivo digno en común.