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«Lo que realmente se queda de uno
es lo que entregamos a los que vienen detrás.
Existen dos tipos de capital en esta vida:
el temporal y el histórico»
–  Guillermo Del Toro

Texto y fotos por Gonzalo Lira Galván / @Gonyz

Una mañana , un correo electrónico confirmaba lo inesperado: “Guillermo Del Toro te sigue ahora en Twitter”, decía mi bandeja de entrada, apenas poco tiempo después de haber publicado la plática que tuvimos con él en Morelia.

Esto fue antes de la euforia. Si bien Del Toro ya había sido reconocido con el León de Oro en Venecia, lo que se sabía de su más reciente película La Forma del Agua sólo eran noticias lejanas. Pero apenas llegó a las salas meses después, todo fue  amor desbordado hacia la película y su director.

Llegaron más premios y, aunque Del Toro se muestra humilde al respecto, para el público había un objetivo claro ante el triunfo casi anunciado. Entonces las nominaciones al Oscar se hicieron presentes. Decidí tomar el riesgo de escribirle un mensaje directo al director mexicano.

Recibí una sorpresiva respuesta inmediata: “Saliendo a Japón en este momento – ¿hablamos mañana?”. Y fue hasta ahí donde creí que había llegado. Del Toro estaba en plena promoción internacional de su película y, habiendo visto su agenda, jamás pensé que contestaría de nuevo.

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No pasaron ni dos días y recibí una respuesta: “Mándame tus preguntas y te las contesto por aquí”.

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Luego todo sucedió; Globos de Oro, BAFTAs, premios de la crítica y los sindicatos en Hollywood pavimentaron el camino. El Oscar llegó y, sí, hasta el Ángel de la Independencia y la Glorieta de la Minerva se unieron a la celebración nacional.

Al día siguiente un anuncio desató la locura. El tapatío visitaría el Festival Internacional de Cine en Guadalajara (el FICG, del que el propio Del Toro es fundador) para su edición 33. Los boletos volaron y el director fue claro: su visita sería una forma de agradecimiento para quienes una hicieron posible verlo en el máximo escenario del cine hollywoodense; su público. La prensa tendría que esperar.

Terminada la primera Master Class, el director inauguró la sala con su nombre en la nueva Cineteca de Guadalajara, dentro del Centro Cultural Universitario, y al lado del recién estrenado Conjunto de Artes Escénicas. Olía a nuevo y Del Toro hizo algunos anuncios: el primero en torno al apoyo con el que busca retribuir a la juventud mexicana su éxito a través de becas para estudiantes de cine. Después se enfocó en anunciar la llegada de la exposición dedicada a su obra (antes vista en otros lugares como el LACMA en Los Angeles, California), que pisará suelo mexicano en 2019, haciendo de Guadalajara su primera parada (en Marzo de 2019) para después llegar a la Ciudad de México (en Agosto del mismo año).

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Llegaron sus dos premios Oscar para las fotos y después el tumulto se volcó para pedirle autógrafos. Empujado al frente, me crucé en su mirada. Me presenté. «Sé quién eres… ¿Por qué no me has mandado tus preguntas”, respondió sonriente.

Dos clases magistrales abarrotodas y la presentación del desgarrador documental Ayotzinapa, el paso de la tortuga (producido por él y Bertha Navarro) concluyeron su visita.

De repente, una respuesta a mi última solicitud de preguntas: «Mándalas por aquí«, respondió. Esto platicamos.

– Cinema Móvil: Habiendo visto la marea de gente que entusiasmada se lanzó a tu maratónica visita a Guadalajara, es innegable que ya existe un antes y un después de tus premios de la academia. Después de esta experiencia, ¿cuáles consideras que son los pros o los contras de esta nueva etapa personal y profesional?

Guillermo Del Toro: «En realidad, en Guadalajara ya habíamos vivido un fenómeno muy, pero muy similar hace cerca de una década, en la feria del libro. Creo que la conexión con los jóvenes viene de muy atrás.  No soy el primer Oscar ni seré el último. Pero esa conexión viene de muy atrás…»

Una amiga paraguaya, también periodista, alguna vez me dijo que observaba un fenómeno que le entristecía de México; no importa en qué ámbito, pero ella señalaba a nuestro país como uno que ve en el éxito ajeno la oportunidad de proyectar su frustración y transformarla en la oportunidad de criticar negativamente a quienes gozan de dichos logros. ¿Observas algo similar? ¿A qué crees que se deba?

– «Pienso que tu amiga puede tener razón, pero yo he visto el mismo fenómeno en muchos países diferentes.  La opción de uno se centra en recibir lo uno o lo otro, y en saber que ambos lados son relativos. Lo que es innegable es la conexión o la difusión que un proyecto artístico pueda tener.»

– Considero que no existe como tal un “secreto” o “receta” para el éxito, sin embargo hay factores que ayudan a que dicho éxito sea posible. La gente suele preguntarte sobre tus influencias artísticas y creo que esas ya están más que claras pero, tomando en cuenta tu entusiasmo por la juventud, ¿cuáles dirías que han sido las influencias o consejos, más desde el lado humano, que has convertido en mantra y que debemos seguir los jóvenes para crecer en una profesión (también en un país o situación personal) donde la adversidad parece ser la única garantía?

– «Parte de ser joven es sentir prisa.  Pero si tú piensas en un oficio, piensa en él como, por ejemplo, algo a practicar. Piensa en un deporte de espectáculo; por ejemplo, un truco de patineta de competencia. ¿Cuántas caídas, raspones y fracturas requiere un truco? ¿Uno sólo es lo que demuestra en la pista? Es igual con el cine.»

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– Creciste en México y, por desgracia, seguimos siendo un país con una carga histórica que nutre infinidad de complejos ante los que solemos vivir cegados porque se han normalizado. En lo personal, ¿cuál dirías que ha sido el más difícil de erradicar y de qué forma crees que se puede dejar atrás?

– «No sabría hablarte de complejos concretos porque muchos se erradican nada más para poder ejercer este oficio tan difícil. Hay que liderar con fuerza y hay que hacerlo negociando entre la ambición y la realidad.»

– En tu visita a Guadalajara anunciaste apoyos para jóvenes estudiantes de cine o con aspiraciones de serlo, convirtiendo tu generosidad en tema de conversación. ¿A qué achacas que gestos como estos sigan siendo considerados como anomalías, aunque sea algo que debería ser visto como una consecuencia normal para crecer? ¿Cómo sugerirías que esos becados o becadas dieran continuidad a esta cadena de generosidad ?

– «El crear apoyo para quien viene es una opción personal.  Hay quien lo hace de un modo o de otro, y hay quien no lo hace.  Para mí siempre ha ido de la mano de mi biografía. Bertha a mí me ayudo y me permitió existir. Hay que regresarle esto a la vida, a los otros.  Y viene más…»

– Hablando de Bertha, platícame un poco de Ayotzinapa, el paso de la tortuga. Noté que, durante la presentación que hiciste de la película al lado de Bertha Navarro en Guadalajara, aunque te negaste a protagonizar la ceremonia, tu presencia sin duda ayudó a entusiasmar a más gente para verlo.

– «El documental es un proyecto de Bertha, que me necesitó en momentos clave a nivel económico o creativo. Pero era importante estar con ella.»

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– Y respecto a tu involucramiento y el de ella en este documental, ¿cómo les llegó el proyecto y por qué, habiendo tantos problemas sociales en nuestro país, decidieron avocarse a este en particular? ¿Pretendes hacer lo mismo con otros proyectos similares? ¿Qué temas te interesa visibilizar de la misma forma?

– «Bertha siempre recibirá mi apoyo y yo siempre tendré el de ella. Ambos nos hemos enfocado desde hace más de dos décadas a producir en México y latinoamerica, en muchos casos a primeros directores. Ahora viene Karla y ayudar a promover la mirada de Issa López.  El documental lo gestó Bertha inmediatamente de los hechos, porque quería recoger las voces y grabar lo más que se pudiera de la manera más inmediata. «

– Imagino que La Forma del Agua es ya una casilla que palomeaste en tu carrera e inquietudes artísticas. También has anunciado al menos un año sabático después de ello. En la inauguración de la sala que lleva tu nombre en Guadalajara te referiste a esta película como un momento de exhalación en tu carrera. ¿Qué temas te interesa explorar ahora y de dónde viene esa necesidad?

– «Ya te imaginarás que mi sabático incluye mucho trabajo. Produzco varias cosas y continúo otras, pero no voy a dirigir sino hasta 2019. Pero los proyectos ya están… Unos enormisisisímos y otros más chicos»

– Por último, retomando el entusiasmo y necedad por dedicar tu discurso y esfuerzos hacia la juventud, ¿de qué forma crees que esa misma juventud debe actuar ante un sistema que parece operar en su contra? ¿Cuál es el principal monstruo a derrotar con esa rabia que en tus clases magistrales urgiste a no ignorar y convertir en fuerza creativa o reaccionaria?

– «El monstruo más difícil de derrotar lo llevamos por dentro.  Luego viene nuestra circunstancia social y creativa.  Por eso es importante crear instancias y alternativas, e involucrarme con mi tiempo y mis recursos en estas cosas.  Porque hay que mantener la puerta abierta lo más que se pueda para que entren los que siguen.»

AGRADECIMIENTO: Esta entrevista no hubiera sido posible, además de la generosidad de Guillermo Del Toro, sin el apoyo incondicional de Julia, Anna Marie, Víctor y Jorge como complices, porristas y creyentes.

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