Por Alberto Acuña Navarijo / @LoungeyMartinis
Una burguesía que se antoja ya decadente pero que todavía sigue fascinada con las apariencias y con hurgar en la vida de los demás. Un país que apenas está asimilando haber vivido un golpe de estado. Una sociedad acostumbrada a descartar a las mujeres cuando estas llegan a la tercera edad. Este es el universo en el que Chela (Ana Brun) va perdiéndolo todo: tiene que ir malbaratando su patrimonio y sus recuerdos, Chiquita (Margarita Irún) la pareja con la que ha permanecido los últimos treinta años debe de ir a la cárcel tras una serie de deudas acumuladas y aquello que define su vida se ha reducido a una pequeña bandeja de plata. Quizá, ese sea el momento de salir de su envejecida mansión y sentirse útil por primera vez en mucho tiempo, tal como lo muestra la multipremiada película paraguaya Las Herederas, ópera prima de Marcelo Martinessi.
Con motivo de su fugaz viaje a la Ciudad de México -tras haber presentado la película en el Guanajuato International Film Festival- y de su presencia en la próxima Muestra Internacional en la Cineteca Nacional, platicamos con el director acerca de cómo es retratar a una clase privilegiada desde el interior de la misma, el por qué sigue siendo un tabú hablar de la sexualidad de las personas cuando estas rebasan los sesenta años y su interés de contextualizar su cine en momentos clave en la Historia reciente de Paraguay.