De fulgurante héroe de acción a figura de memes y videos virales. De ser el único actor de su estirpe en haber trabajado con la camada hongkonesa que durante los años ochenta revolucionó el género (John Woo, Tsui Hark, Ringo Lam y Corey Yuen) a estrella de los botaderos más pestilentes. De esteta de las artes marciales a personaje pop que ha sabido reinventarse en más de una ocasión. Así podríamos definir brevemente a Jean-Claude Van Damme. A propósito de su cumpleaños número 55 (celebrado el 18 de octubre), compartimos cinco de nuestras películas favoritas protagonizadas por quien también es conocido comúnmente como “Los Músculos de Bruselas.»
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Bloodsport (Newt Arnold, 1988)
Se trata de la primera película del actor belga en la que tuvo el crédito estelar, también su primer éxito de taquilla. Parte de su fama reside en una larga secuencia que seguramente han visto un sábado por la tarde en la televisión, la cual consiste en el exhaustivo y demandante entrenamiento al que se somete el personaje de Van Damme con un maestro chino para poder ingresar a un peligroso torneo underground en Hong Kong donde se reúnen los mejores peleadores de diversas disciplinas, mismo que es investigado por una periodista estadounidense; ello a partir de una muy libre adaptación de las memorias de Frank Dux, imbatible campeón mundial en ninjutsu durante la década de los ochenta.
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Universal Soldier (Roland Emmerich, 1992)
La película que reunió a Van Damme y Dolph Lundgren cuando la fama les sonreía, como dos soldados en la guerra de Vietnam caídos en combate después de haber perdido la cordura, que son criogenizados y revividos mediante un proyecto secreto del ejército para crear un grupo de élite anti-terrorismo. Sin embargo, gradualmente ambos son asaltados por los recuerdos de sus respectivas vidas pasadas, en las que quedaron cuentas pendientes por saldar. Lástima de las secuelas y derivaciones, todas ellas infames.
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Hard Target (John Woo, 1993)
El afortunado debut hollywoodense de John Woo sitúa a Van Damme como un hombre desempleado en New Orleans que accidentalmente se involucra con una joven mujer que ha llegado a la ciudad para investigar el paradero de su padre, un veterano de guerra caído en desgracia, sólo para descubrir una red formada por millonarios que pagan grandes cantidades de dinero por cazar vagabundos como simple entretenimiento. Una suerte de pre-Hostel sólo que sin el gore. Como se podía esperar en Woo, traslada de Hong Kong al bayou, gran parte de la iconografía que él mismo había impuesto dentro del heroic bloodshed, como las coreografías en medio de las balaceras o las secuencias en ralentí.
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Sudden Death (Peter Hyams, 1995)
En esta cinta, hija putativa de Die Hard, con héroe involuntario que se encuentra en el lugar equivocado en el momento menos oportuno, Van Damme interpreta a un guardia de seguridad en el estadio de hockey de Pittsburgh quien descubre en pleno juego final de la Copa Stanley al que ha asistido el vicepresidente de Estados Unidos, que un grupo de criminales ha tomado el control del lugar (bombas por doquier, policías que trabajan para ellos, un palco lleno de rehenes). No, Van Damme no es precisamente John McClane pero la película no está exenta de logrados momentos de acción y una buena asimilación de la fórmula.
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JCVD (Mabrouk El Mechri, 2008)
Tras una extensa cadena de fracasos comerciales y personales, Van Damme tuvo a bien interpretarse a sí mismo y burlarse de su carrera, en esta efectiva comedia meta-referencial. Así, el actor regresa a su pueblo natal, derrotado, endeudado y duramente criticado por la prensa amarillista, sólo para encontrarse siendo tomado como rehén junto con otras personas en medio de un robo bancario, cuando se disponía a realizar un depósito. Confundido por la policía como el responsable de la situación, la otrora estrella deberá de convertirse en un héroe real.