El director chileno Sebastián Silva tiene una carrera breve pero significativa. Si bien fue hasta su segunda película, la extraordinaria La Nana (2009), que su popularidad a nivel internacional creció, dos de sus esfuerzos más recientes (Crystal Fairy and the Magical Cactus y Magic Magic, ambas protagonizadas por Michael Cera) terminaron de posicionarlo como uno de los directores latinoaméricanos independientes a seguir.
Con Nasty Baby, Silva regresa al ambiente citadino que caracterizó sus primeros esfuerzos y del que se alejó para su trabajos con Cera (desarrollados en la playa y el bosque, respectivamente); en esta ocasión, haciendo el crossover al cine norteamericano, sitúa la acción en Brooklyn, Nueva York.
El director y guionista protagoniza como Freddy, un artista/performancero/hipster/bohemio homosexual, obsesionado con inseminar artificialmente a su mejor amiga Polly (Kristen Wiig, demostrando de nuevo que su registro actoral va más allá de la comedia); y así no sólo convertirse en padre, sino también tener un pretexto para su próxima instalación artística.
La insensibilidad y desesperación al desear un hijo, como si de una adquisición comercial se tratara, es el punto de partida del film. Como los anteriores esfuerzos de Silva, Nasty Baby desmenuza las incongruencias, la comedia involuntariamente incómoda y, eventualmente, el desconcertante drama que emergen en su protagonista.
Aderezada por interacciones realistas con convincentes personajes secundarios (Reg E. Cathey como un vagabundo auto denominado The Bishop y el sensacional Mark Margollis como su intolerante vecino), además de momentos de desagradables cuestionamientos sociales hacia la pareja de Freddy (Tunde Adebimpe) por parte de sus padres; Nasty Baby va mutando lentamente de una punzante comedia a un drama que pone en tela de juicio las dinámicas familiares en una sociedad gentrificada y en apariencia progresista, aunque enraizadas en creencias y estigmas de género retrógradas e intolerantes aún por superar.
Si bien toda la obra de Silva a ratos peca de aleccionadora y pretenciosa, su estudio de personajes es puntual y convincente, llevando la crítica deseada a consumarse con éxito y credibilidad.
Nasty Baby se presenta en Cinemex como parte del ciclo Olas desde Los Cabos.