Lale es una niña que vive en compañia de sus cuatro hermanas en una casona de campo en Turquía. Las jovencitas son vigiladas con firmeza por su abuela y tío, quienes están a cargo de este particular grupo de chicas. Lale también es fanática del fútbol pero su condición de mujer y las severas reglas impuestas por el patriarca de la casa le impiden ir al estadio a secundar a su equipo favorito.
El debut de la directora Deniz Gamze Ergüven lleva por título Mustang (Mustang: Belleza Salvaje) en alusión a ese vehículo que representa la huída de Lale y sus hermanas de la prisión en la que se ha convertido el hogar. La película no podría ser un documento más urgente considerando los agravios y feminicidios que se cometen a diario en practicamente todo el mundo. Simplemente para este grupo de niñas, el ser mujer las condiciona a vivir una vida de sumisión en donde su mejor suerte es desposarse con un desconocido quien las arracará de esa cárcel para probablemente introducirlas a otra.
Lo curioso en Mustang es que Gamze Ergüven presenta una historia cargada de vida y energía a pesar que el marco es el de un hogar casi presidio, donde las cinco jovencitas crean un vínculo de hermandad unidas principalmente por su condición y por formar parte de lo que aparenta ser «una fábrica de esposas.»
La dirección de fotografía, a cargo de David Chizallet y Ersin Gok, contribuye a crear una ambiente suave, por demás femenino en donde las cinco hermanas ríen y se divierten a pesar de la lúgubre condición en la que viven. Es una celebración de la adolescencia a pesar de las circunstancias absolutistas, incluso la realizadora se permite inyectar una dosis de comedia a la cinta, misma que labora en pro del discurso de la película.
La directora evita en todo momento subrayar la tragedia a pesar de los desagradables episodios que vivirán las protagonistas como por ejemplo ese «examen de virginidad» al que es sometida una de las hermanas recién casada. Otro factor relevante es la elección de las cinco actrices, destacando la pequeña Günes Nezihe Sensoy en el rol de Lale, narradora de la historia y quien parece ser la más audaz de todas las hermanas a pesar de tener tan sólo 12 años de edad.
Mustang me recordó a Las Vírgenes Suicidas de Sofía Coppola en algunos momentos, probablemente se deba a la creación de ese ambiente femenino cimentado en la tragedia y sumisión imaginado por una directora; la diferencia es que la cinta de Coppola es una fábula onírica mientras que el retrato de Gamze Ergüve es una imagen auténtica. Hacia el desenlace, no nos queda más que esperar que el Mustang capaz de sacar a las niñas de su asfixiante vida, pueda encender como signo de optimismo. Muy recomendable.