“Las segundas partes nunca son buenas”, así reza el dicho y no podría ser más real, pues de cada 10 secuelas sólo una o dos suelen pasar el aprobado, y sólo una de cada 20 supera a la original. En lo que llevamos de este siglo se han incrementado las secuelas pues es evidente que Hollywood se ha topado con una crisis de ideas. En este listado podremos encontrar la peores secuelas de lo que va del siglo XXI, aunque se quedaron muchísimas más fuera; sin ningún orden en particular aquí van.
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10) Transformers 2 (Michael Bay, 2009)
Es obvio que ninguna cinta de la saga de Transformers es una buena película, pero cuando menos la primera y la tercera parte se dejan ver si no se pide mucha calidad o si sólo se busca acción descerebrada, explosiones y buenos efectos visuales. Pero la segunda parte de la saga es un bodrio total, incluso su director Michael Bay aceptó que comenzaron el rodaje sin guión, lo que se nota ante la sucesión de tonterías que ocurren en pantalla durante su desarrollo. Los diálogos y situaciones “chuscas” de este filme son tan malos, que hacen ver a sus demás partes como excelentes films.
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9) The Matrix Revolutions (los hermanos Wachowski, 2003)
La primera parte es sin duda un clásico de culto, pero la tercera parece procedente de otra saga, sin mucha cohesión a lo mostrado anteriormente. Es un espectáculo sobre saturado, con demasiadas vueltas y sin la línea que hizo a esta saga todo un referente del cine de acción. Casi arruina todo lo creado por las dos primeras cintas, eso sin contar un final trillado que decepcionó a más de un fan.
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8) Son of the Mask (Lawrence Guterman, 2005)
El éxito rotundo de The Mask (Chuck Russell, 1994) son de esas cosas que pasan una vez en la vida, no sólo significó millonarias ganancias para sus productores, si no que además volvió famosos a Jim Carrey y Cameron Diaz. Así, a alguien se le ocurrió, más de 10 años después, que sería buena idea hacer una secuela, pero sin las estrellas de la original ni el director. Además de un pésimo guión, ahí están esos efectos especiales que parecen hechos por un estudiante en su PC y con un programa de FX obsoleto.
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7) Basic Instinct 2 (Michael Caton-Jones, 2006)
Similar a lo que ocurrió con The Mask, la primera parte de esta cinta resultó un éxito inusitado, tomando en cuenta que su mayor virtud era el morbo de ciertas escenas sexuales por parte de Sharon Stone, quien alcanzó fama mundial con ese filme. Cuando Stone perdió la vigencia que tenía, pensó que una secuela de su mayor éxito podría revivir su carrera; pero no contaba con que ni el morbo, ni las escenas de sexo podrían salvarla, entregando otra de las peores secuelas de la historia.
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6) Dumb and Dumberer: When Harrry Met Lloyd (Troy Miller, 2003)
Antes de la secuela realmente oficial, que salió hace un par de años y contó con la participación de Jim Carrey y Jeff Daniels, existió esta bazofia de precuela en la que vemos la juventud de los dos idiotas más famosos del cine: Lloyd y Harry, interpretados en esta cinta por los jóvenes Derek Richardson y Eric Christian Olsen. El resultado no pudo ser peor, una comedia sin gracia, estúpida, vulgar y asquerosa.
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5) Legally Blonde 2 (Charles Herman-Wurmfeld, 2003)
La primera parte arrancaba algunas sonrisas y la actuación de Reese Witherspoon la colocó como una estrella en Hollywood. Para la secuela se olvidaron de la frescura de la original y sobre cargaron los gags estúpidos en la historia. Incluso resultó molesta para los ojos y fracasó comercialmente.
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4) Book of Shadows: Blair Witch 2 (Joe Berlinger, 2000)
De por si la cinta original ya se considera una de las mayores tomaduras de pelo del siglo pasado, los productores hambrientos de dólares decidieron hacer una secuela que poco o nada tiene que ver con la primera parte; sólo aprovecharon el nombre de la anterior para engañar al público. Quitando el hecho de que aquí los protagonistas vieron ese falso documental que significa el anterior filme, se embarcan en la tarea de realizar su propia investigación sobre la bruja de Blair, lo que los lleva a transitar caminos de ritos satánicos y brujería. Un producto aburrido, desganado y ridículo.
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3) Dirty Dancing 2: Havana Nights (Guy Ferland, 2004)
La cinta original es un clásico del cine ochentero y significó toda una revolución, además de que encumbró a Patrick Swayze como galán de Hollywood. La cinta era más bien mala, pero tenía algo de magia. Años después, a alguien se le ocurrió que una secuela ambientada inexplicablemente en los años cincuenta – y con Diego Luna como el sucesor de Swayze (aquí caben todas las risas y burlas posibles) -; era una buena idea. Decidieron meterle un rollo político y racial a la cinta ambientada en Cuba, haciéndola totalmente incomprensible y fuera de lugar.
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2) Paranormal Activity: The Ghost Dimension (Gregory Plotkin, 2015)
Cada secuela ha ido bajando en calidad hasta llegar a la más reciente entrega, en la que ya se sobre pasan los límites del ridículo. No sólo es aburrida, si no que ya dan risa ciertos aspectos que se supone deberían dar miedo, eso sin contar los elementos tan estúpidos como esa cámara que puede ver fantasmas y los hoyos negros que llevan a otra dimensión. La formula ya está tan desgastada que parece que se están auto parodiando; esperamos que ya la dejen morir en paz, antes de que se convierta en una spoof movie por sí sola.
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1) Charlie’s Angels: Full Throttle (McG, 2003)
Lo peor que puede pasar en el mundo de las secuelas, es que estas vengan precedidas de una primera parte mediocre. Lo único que vale la pena de esta innecesaria segunda parte son las postales que entregó la aún guapa Demi Moore, quien logró opacar al trío protagonista.