La entrega del Oscar acontecida apenas hace unas horas será recordada como la velada donde dos mexicanos hicieron historia. Primero, Emmanuel Lubezki se llevó la estatuilla por su trabajo en el renglón de dirección de cinematografía por El Renacido convirtiéndolo en la primera persona en obtener tres Oscars de forma consecutiva en este rubro. Segundo, Alejandro González Iñárritu se convirtió en apenas el tercer realizador en obtener el reconocimiento a la mejor dirección en dos ocasiones seguidas (en el 2015 lo consiguió por Birdman), igualando a leyendas como John Ford y Joseph L. Mankiewicz. ¡Vaya noche para los mexicanos!
El resto de la ceremonia podría apreciarse como previsible. Leo ganó en la categoría de Mejor Actor y la laureada Brie Larson como Actriz por La Habitación. La nota la dió Mad Max: Furia En El Camino, la cual era una de las películas favoritas de muchos pero considerada como una vencedora poco probable al tratarse de una cinta de género estrenada durante la temporada del verano. La producción de George Miller literalmente arrasó con las categorías técnicas logrando seis estatuillas y convirtiéndose en la cinta australiana más condecorada en la historia del Oscar (el anterior record lo tenía El Piano de Jane Campion).
En el apartado de la conducción, Chris Rock apenas salió avante. Su monólogo inicial consistió en un tiroteo de chistes que tenía como asunto central el controvertido tema racial que venía arrastrando la entrega del Oscar este año. Fue una apertura irónica y mordaz aludiendo a la escasa oportunidad que hay para las personas de color en Hollywood pero después de un rato, las bromas se agotaron por lo que nos daba la impresión que la entrega giraba de manera monótona. Rock regresó con más bromas raciales pero menos efectivas extenuando el asunto.
Entre las sorpresas: el favorito a ganar el Oscar como Actor de Reparto, Sylvester Stallone, fue derrotado por el británico Mark Rylance (espléndido en Puente De Espías); Lady Gaga (quien regaló el acto de la noche con su apasionada interpretación de «Til It Happens To You») perdió ante Sam Smith y su «Writing’s On The Wall» de la cinta Spectre como Mejor Canción Original; y Ex-Machina obtuvo el Oscar en el departamento de Mejores Efectos Visuales venciendo a títulos como Star Wars: El Despertar De La Fuerza, Mad Max: Furia En El Camino y The Martian cuando la producción costó apenas $15 millones de dólares (un monto relativamente pequeño tratándose de una película de ciencia ficción).
Probablemente entre lo mejor de la noche podría estar la elección de En Primera Plana como cinta del año. Una película urgente sobre el vapuleado oficio del periodismo. De esta forma los premios quedaron más o menos repartidos. La ceremonia también sirvió como plataforma para que muchos de los ganadores expresaran sus ideas políticas: desde la insuficiencia de personas LGBT como merecedores del Oscar (expresado por Sam Smith), pasando al apremiante llamado que hizo Leo DiCaprio sobre el calentamiento global para terminar con el reclamo encabezado por Adam McKay (ganador de La Gran Apuesta) a no votar por candidatos presidenciales que especulan dinero en sus campañas, la ceremonia se convirtió en un estrado de ideas políticas. No hay queja aquí salvo que la transmisión tuvo una duración particularmente dilatada, y en muchas partes aburrida.
Presentado por Cerveza Indio