Afortunadamente han sido breves los episodios de respiro que The Walking Dead ha dado durante esta temporada, ya que con «Not Tomorrow Yet» vuelve la intriga para los espectadores tras un par de episodios fácilmente olvidables, ¡y de qué manera!
Nunca habíamos visto en la serie una operación de asalto tan cercana al asesinato en su forma más pura, ni tan fácilmente ejecutable, aunque finalmente (como es habitual en esta serie) no todo fue tan fácil como parecía.
Al inicio del episodio número 12 de esta temporada tenemos a Carol de vuelta en un breve protagónico, cocinando galletas para los habitantes de Alexandria. De un modo muy repentino los guionistas se sacaron de la manga que sería buena idea que la otrora ama de casa violentada por su esposo tuviera una relación con Tobin, un habitante de Alexandria que ha pasado sin pena ni gloria desde la quinta temporada y a quien no hemos visto hablar con Carol prácticamente desde entonces. Tras un breve coqueteo y un beso de ambos, se acaban las esperanzas para algunos fans de ver a Carol y Daryl juntos (pareja informalmente apodada como Caryl). Para ser sinceros, de esta pareja sólo podemos esperar que Tobin muera más temprano que tarde.
Mientras tanto, en un intento de democracia inducida, Rick plantea su plan de asalto al refugio de Negan y su relación de costo-beneficio, ante lo cual Morgan muestra su inconformidad basándose – sí, aún – en su filosofía de «toda vida es preciada», que es nuevamente pasada por alto. Esta intervención no es en vano: la operación de asalto, como dijimos previamente, ha sido la más cercana al asesinato frío y crudo, la más carente de una verdadera motivación al grupo de Rick. Es decir, hubo una confrontación previa de The Saviors con Daryl, Abraham y Sasha, pero es la primera vez que sin mediar palabra e imponiéndose, Rick decide matar al enemigo mientras duerme.
Entrando de lleno en la operación para salvar a Craig, el único rehén que The Saviors retiene del poblado de Hilltop, ¡vaya secuencia de suspenso! Con una ejecución impecable aunque poco creíble (ok, nos creemos que el cráneo de un walker sea blando pero ¿el de una persona viva? Bagh), el equipo de Rick logra entrar al complejo donde supuestamente se encuentra Negan, a decir verdad de una manera sospechosamente fácil. Sin embargo, cuando la alarma suena y el caos se desata al interior, no podemos creer que: 1) Maggie haya querido ir, embarazada, a asesinar a un grupo de peligrosos desconocidos; 2) Que Glenn lo haya permitido; 3) Que Rick no haya hecho caso de Carol y también lo haya permitido. Es más, incluso nos parece ridículo que al concluir la masacre, Glenn abrace a todos, tranquilo de la vida y casi olvidando que su esposa embarazada sigue por ahí.
Con un final enigmático por parte de Morgan, y que nos hace temer lo peor para Maggie, Carol y Glenn, pensamos que es incomprensible la repentina ingenuidad en la que cayeron algunos personajes en este episodio, y la cual finalmente podría ser castigada por Negan, de quien hemos oído hablar tanto y al que podríamos ver por fin actuar en el siguiente episodio. Nos quedan cuatro capítulos de esta temporada, así que vayan haciendo sus apuestas: ¿quién o quiénes se nos van?