Woody Allen es uno de los realizadores más importantes del cine, su estatus de leyenda es irrefutable. Pero como generalmente pasa con cualquier artista, no ha estado exento de filmar malas películas. Tomando en cuenta que es uno de los directores más prolíficos de Hollywood (filma una película por año desde hace décadas), es obvio que no siempre le salgan grandes obras como lo son Annie Hall (1977), Manhattan (1979) o Midnight in Paris (2011). Sin un orden en particular, estos son los filmes más fallidos del director neoyorkino.
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Scoop (2006)
Sondra (Scarlett Johansson), es una estudiante americana de periodismo. Durante su estancia en Inglaterra, acude a un show de magia. Mientras espera que el ilusionista (Woody Allen) la desaparezca, recibe la visita del fantasma de un famoso periodista muerto (Ian McShane), que le ha dado la nota del año, pues afirma que Peter Lyman (Hugh Jackman), el rico y atractivo hijo de un conocido aristócrata ingles, es en realidad el famoso asesino serial conocido como «el asesino del tarot.»
Una de las más claras obras menores del director, sin pretensiones y divertida por momentos, extraña e irregular. Lo más atractivo del filme es su elenco, y una que otra puntada, pero en general adolece de claridad en su tono, pues deambula entre la intriga y la farsa.
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To Rome With Love (2012)
Cuatro historias diferentes con un escenario en común: la ciudad de Roma. En la primera, un matrimonio americano (Woody Allen y Judy Davis) viajan a Italia para conocer a la familia del que será el esposo de su hija (Alison Pill). En la segunda, un italiano (Roberto Benigni) se hace famoso sin razón alguna. En la tercera, un arquitecto californiano (Alec Baldwin) visita Roma con sus amigos y ahí conoce a un estudiante (Jesse Eisenberg). En la cuarta, una recién casada (Alessandra Mastronardi) se pierde en la capital italiana.
Aquí Allen pretendió hacer un homenaje a las comedias italianas de los años sesenta, pero la jugada le salió mal. Su principal falla es la falta de un ritmo equilibrado , ya que los episodios son muy dispares entre sí. Un intento fallido de replicar el éxito y la formula de Midnight in Paris (2011) pero ubicada en la ciudad eterna.
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You Will Meet a Tall Dark Stranger (2010)
En esta historia coral, las pasiones, ambiciones y preocupaciones de los miembros de una familia provocan conflictos que los llevan a vivir peligrosas situaciones e incluso los ponen al borde de la locura.
El gran problema en esta cinta es que no hay mucho que contar, sus personajes son bastante planos y no tiene mucha gracia; sin duda una de sus peores obras.
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Cassandra’s Dream (2004)
A pesar de no tener mucho dinero, Ian (Ewan McGregor) y su hermano Terry (Colin Farrell) compran un velero de segunda mano, llamado «Cassandra’s Dream». Eventualmente Ian conoce a Angela (Hayley Atwell), una guapa actriz que acaba de llegar a Inglaterra con la esperanza de hacerse famosa, y se enamora de ella. La pasión por el juego de Terry pondrá a los dos hermanos en una situación muy peligrosa, aunque podrán salir del apuro gracias a su tío Howard (Tom Wilkinson). Pero todo tiene un precio: a cambio, Howard los obligará a romper la ley.
Woody Allen es considerado un maestro de la comedia, pero aún así ha realizado cintas exitosas en otros géneros como Crimes and Misdemeanors (1991) o Match Point (2005). Aquí pretendió abordar el thriller de nueva cuenta, sólo que no lo hizo de la mejor manera. A pesar del esplendido cast (como es su costumbre) nada brilla en ella; no hay suspenso y su parte media se vuelve aburrida.
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Anything Else (2003)
Woody Allen, un artista neoyorkino que no consigue alcanzar el éxito, tiene un protegido: Jerry Falk (Jason Biggs), que aspira a ser escritor y vive permanentemente atormentado. Su representante (Danny DeVito), que no tiene más cliente que él, no le hace ni caso. Jerry se enamora perdidamente de Amanda (Christina Ricci), una joven emancipada e imprevisible que sólo le causa más problemas.
Por muchos es considerada la peor película de su director, aunque Tarantino la nombró una de las mejores cintas de los últimos 20 años. Se nota un Allen más desganado, haciendo un producto pseudo comercial que parece de encargo, pues en ella brilla por su ausencia la acostumbrada pasión que le imprime a sus cintas.