Antes de la historia que conocemos sobre Blancanieves, o al menos de aquella versión que se presentó en 2012 con Blancanieves y el Cazador (Snow White and the Huntsman), ocurrió un relato relacionado directamente con el origen del cazador interpretado por Chris Hemsworth, en el que también estuvo involucrada la malvada reina Ravenna (Charlize Theron) con todo y su espejo mágico.
El Cazador y la Reina del Hielo (The Huntsman: Winter’s War) relata cómo el cazador obtuvo el entrenamiento para convertirse en un efectivo guerrero en el campo de batalla y también muestra quién fue responsable de que él recibiera esos conocimientos, además de cuáles fueron las razones por las que posteriormente tomó ciertas decisiones que lo convirtieron en aquel personaje que apareció protegiendo a Blancanieves en la cinta anterior.
En medio de escenarios fantásticos, personajes de cuentos de hadas y una que otra secuencia de acción, somos testigos de la historia de amor del cazador con una feroz guerrera (Jessica Chastain) que, al igual que él, lucha por las causas justas. También aparece una trama que involucra a dos hermanas sumamente poderosas y completamente diferentes entre sí: Ravenna y Freya (Emily Blunt), una obsesionada con controlarlo todo y otra desdichada después de haber sufrido una traición.
Siendo parte precuela y parte secuela, este spin-off intenta repetir la misma fórmula que le dio buenos resultados a Blancanieves y el Cazador hace cuatro años: un héroe de buen corazón, una villana seductora y cruel, personajes complementarios con un toque de comedia, un cuento de hadas reimaginado para el público actual, la obligada historia de amor, y efectos visuales que ayudan a que algunos personajes y escenarios fantásticos parezcan reales.
Lamentablemente, El Cazador y la Reina del Hielo carece de buen ritmo y tiene muchos huecos argumentales que hacen que su historia sea un tanto confusa por momentos. Además, los personajes quedan a deber y se siente que los cuatro actores principales pudieron haber hecho más ya que contaban con el talento y la experiencia. Al final, esta película se siente muy forzada.