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Oldboy Cinema MovilYa no es novedad que cada temporada grande de estrenos veamos a algún personaje enmascarado o con capa surcar la pantalla grande. Desde que Marvel puso en marcha su denominado MCU con la primera Iron Man y anunció la tanda de películas a producir en los próximos años para expandirla, es de lo más común encontrar a alguno de sus superhéroes en alguna aventura cinematográfica, ya sea en solitario o acompañado de otros personajes. Ahora, con el estreno de X Men: Apocalipsis, dicha fiebre parece no querer ceder.

Sean fans, simples curiosos o de plano haters totales (como Iñárritu que les adjudicó el famoso «genocidio cultural»), las películas basadas en cómics y novelas gráficas son una realidad a la que le falta tiempo para desgastarse. Resulta interesante repasar el carácter menos comercial de este tipo de producciones cinematográficas con ejemplos interesantes cuya fuente y resultado final son excepcionales.

10-Crumb (Terry Zwigoff, 1994) / American Splendor (Shari Springer Berman y Robert Pulcini, 2003)

Un documental y la adaptación docu-ficcionada de una novela autobiográfica. Este par de películas nos acercan al mundo de las novelas gráficas desde la historia de sus creadores, ambos artistas de culto en su medio. En Crumb, el director Terry Zwigoff recurre exclusivamente al género documental para presentarnos a Crumb quien, a través del humor negro y la observación se ha convertido en un venerado artista. Desde la perspectiva del también excéntrico Zwigoff, no sólo somos bienvenidos al día a día de Crumb, sino que también podemos echar un inspirado vistazo a su retorcida mente y su traumatizada historia familiar.

Para American Splendor, sin embargo, la dupla de Berman y Pulcini opta por adaptar a la pantalla el cómic del mismo nombre (que ha servido de autobiografía al artista Harvey Pekar), así como a la serie Our Cancer Year (escrita e ilustrada por Joyce Brabner, colega y esposa de Harvey). A través de la mundana vida de Pekar (el genial Paul Giamatti), representada aquí en una original y muy bien lograda mezcla de ficción, documental con entrevistas a los personajes reales y viñetas animadas, los directores logran trasladar al cine las inquietudes del autor respecto a temas que van desde la música y sus sabores preferidos de jelly beans, hasta disertaciones filosóficas y culturales alrededor del declive de la cultura americana.

9-The Rocketeer (Joe Johnston, 1991)

Sin pena ni gloria, a principios de los 90 el director Joe Johnston (Jumanji, Querida encogí a los niños) adaptó para Disney el cómic The Rocketeer del ilustrador Dave Stevens. Respetando la estética retro del cómic, que después utilizaría de nuevo para la primera aventura del Capitán América en el MCU, Johnston nos adentró con bastante clase a la historia de Cliff Secord, un atrevido piloto de acrobacias que descubre un maletín con cohetes que le permite volar.

Aunque la película permanece en el olvido, la única adaptación al cine de The Rocketeer desde su primera aparición en el cómic Starslayer nº 2, en 1982, es una entretenida película de aventuras a la antigua y un tributo a los héroes de guerra estadounidenses que no peca de excesiva en dichos términos.

8-La Vie d’Adèle (Abdellatif Kechiche, 2013)

Inspirado en la obra de la francesa Julie Maroh, Kechiche conquistó la Palma de Oro en el Festival de Cannes de 2013 con la intensa y accidentada historia de amor entre Adèle (en el papel llamada Clementine) y Emma, convirtiéndose en la primera película adaptada de una novela gráfica que haya ganado tan prestigioso premio.

Con diferencias que van desde el irrelevante cambio de nombre de la protagonista (que el director adaptó para que fuera el mismo de su actriz Adèle Exarchopoulos) hasta el controversialmente opuesto destino final de ésta (en la novela el desenlace es muy distinto al formulado por la adaptación fílmica), la película de Kechiche sigue manteniéndose como uno de los mejores dramas románticos de los últimos tiempos.

7-Danger: Diabolik (Mario Bava, 1968)

Basada libremente en el ultra violento cómic de culto italiano Diabolik, sobre las aventuras del súper criminal internacional que la titula, esta película de Mario Bava permanece como una curiosidad, no sólo por el alto contenido de violencia y sexualidad, sino también por su peculiar tono groovy sesentero, mismo al que se deben algunos de los principales cambios entre la obra original y la adaptación a la pantalla.

Filmada en alucinante Technicolor, la adaptación de Bava resulta fascinante por su ingenuo y divertido inventario de gadgets futuristas (ahora risibles), el desenfadado uso de drogas como armas, así como el descarado cambio que convierte a Eva Kant (novia y cómplice del protagonista, aquí interpretada por Marisa Mell) de una intrigante agente gángsteril en un mero accesorio sexual.

6-Persepolis (Marjane Satrapi, 2007)

Con un elenco envidiable de estrellas del cine francés como Catherine Deneuve, Chiara Mastroianni y Danielle Darrieux, la ópera prima de Satrapi se enfoca en su propia obra autobiográfica, donde cuenta su historia de madurez, desde su huida de Iran durante la revolución islámica, hasta su coming of age como adolescente y adulta en Paris.

Como si de una calca de la obra gráfica se tratara (gracias en gran medida a que la directora es la misma autora y que ser una animación le permite adaptarse a su estética original), Satrapi logra trasladar su historia de vida a la pantalla grande con dosis de drama y humor, pero nunca olvidando el enfoque humano que hizo de la novela gráfica original un éxito internacional.

5-Snowpiercer (Joon Ho Bong, 2013)

Apenas estrenada hace unos meses en nuestro país, la historia del tren conocido como Snowpiercer, que en el futuro cercano alberga no sólo a los últimos seres vivientes, sino también las reminiscencias de la escala de clases tan presente en la sociedad actual, fue el primer acercamiento del sudcoreano Joon Ho Bong (The Host, Mother) a Hollywood desde la trinchera independiente, aunque con un elenco de primera que incluyó a Jamie Bell, Chris “Capitán América” Evans, Tilda Swinton y John Hurt.

Basada en un cómic francés (Le Transperceneige) de Jacques Lob, Benjamin Legrand y Jean-Marc Rochette, Snowpiercer cuenta la historia de una rebelión, donde los pasajeros pertenecientes a la sección trasera del tren (víctimas del yugo y control de quienes comandan los vagones más cercanos a la máquina) emprenden una revolución con la intención de tomar el control total del vehículo que los contiene.

4-Road to Perdition (Sam Mendes, 2002)

 Después de su exitosa ópera prima, American Beauty, el director Sam Mendes decidió explorar el mundo de la mafia estadunidense durante la era de la prohibición, inspirado en la obra gráfica de Max Allan Collins y Richard Piers Rayner, sobre un asesino a sueldo traicionado por su propia “familia” criminal y su búsqueda de venganza al lado de su joven hijo (el único sobreviviente de la masacre que acabó con la vida de su esposa e hijo menor).

Dirigida con clase y una fotografía excepcional del legendario Conrad L. Hall en su último trabajo antes de morir, Road to Perdition es una de las películas de gángsters más elegantes y bien actuadas, con un elenco que incluye a Tom Hanks, Jude Law y el legendario Paul Newman en su último papel (y uno de sus mejores).

3-A History of Violence (David Cronenberg, 2005)

Aunque mejor conocido por sus clásicos de sci-fi y body horror, el canadiense David Cronenberg revivió su carrera en 2005 cuando, con la aparentemente cotidiana historia del dueño de un deli en un pequeño pueblo americano, marcó el inicio de una de sus colaboraciones más fructíferas y refrescantes en su carrera.

Protagonizada por Viggo Mortensen (en uno de sus mejores papeles, que siguió con la violenta Eastern Promises, también de Cronenberg), A History of Violence se inspira en el trabajo previo de John Wagner y Vince Locke para hacer un interesante e intenso comentario sobre la violencia que yace en las entrañas de Estados Unidos (y en cualquier ser humano, en general), así como del pasado (a veces explícito y a veces oculto) que la nutre.

2-Oldboy (Park Chan-Wook, 2003)

La película intermedia en la trilogía de Park Chan-Wook alrededor de la venganza (con Sympathy for Mr. Vengeance y Lady Vengeance como antecedente y obra final, respectivamente) no es solamente un trabajo de culto, sino una de las mejores películas de la década pasada (ignoremos el horrendo remake de Spike Lee, por supuesto).

Aunque la película se caracteriza por su demencial violencia, su colorida fotografía y la inmensa crueldad infringida hacia su personaje principal (Min-Sik Choi impresionante como Oh Dae-Su), la serie de manga original escrita por Garon Tsuchiya e ilustrada en elegante blanco y negro por Nobuaki Minegishi, es en realidad un trabajo más contemplativo que su interpretación cinematográfica, convirtiendo a ambas en trabajos que aunque distantes en su tratamiento tonal, no dejan de sobresalir por méritos propios.

1-Ghost World (Terry Zwigoff, 2001)

Más cercana a películas como las ya mencionadas American Splendor y el documental Crumb (también dirigido por Zwigoff), esta adaptación a la emblemática novela gráfica de Daniel Clowes es un divertido vistazo a la aburrida vida de dos adolescentes alienadas, recién graduadas y cómo un amor inesperado pone en juego su amistad.

Dirigida con un sentido del humor seco y cínico que no compromete nunca el tono de la obra de Clowes, Ghost World es uno de esos raros casos donde su fracaso en taquilla se transformó de forma directamente proporcional en el estatus de culto que ahora puede presumir. Protagonizada por Thora Birch, Scarlett Johansson en uno de sus primeros y mejores trabajos, además del siempre sensacional Steve Buscemi, Ghost World le valió a Clowes y Zwigoff una merecida nominación al Oscar como guionistas e inició en ambos una fructífera relación que culminó en otra película (también recomendable) llamada Art School Confidential.