De la misma manera en la que ha pasado con los superhéroes, durante los últimos años varios personajes de populares cuentos de hadas han llegado a la pantalla grande para protagonizar películas en las que sus ya conocidas historias son reinventadas, presentando cambios bastante notorios en la búsqueda de una nueva franquicia cinematográfica que se pueda explotar al máximo.
En el año 2010 Tim Burton presentó su propia versión, muy a su peculiar estilo, de Alicia en el país de las maravillas, convirtiendo a su protagonista en una moderna heroína que se negaba a ser lo que todos le decían que debía ser mientras vivía una aventura en un mundo fantástico lleno de riesgos, maravillas y personajes desquiciados. Ahora, Alicia regresa en una secuela que la lleva de nuevo a Infratierra para cumplir con una nueva misión y ayudar a un buen amigo suyo.
Contando con el mismo elenco que en la entrega anterior de la saga más un Sacha Baron Cohen que destaca por momentos con su interpretación como “Tiempo” –porque, por si no lo sabían el tiempo es un alguien, al menos en esta historia- y con James Bobin relevando a Tim Burton en la dirección, Alicia a través del espejo(Alice Through the Looking Glass) se desarrolla años después de lo sucedido en la primera entrega y muestra a una Alicia como toda una aventurera que regresa a su hogar sólo para encontrar cambios desafortunados que le harán sentir impotencia y que amenazarán su estilo de vida.
Alicia apenas tiene tiempo de entender lo que está sucediendo a su alrededor y de repente se ve obligada a regresar a Infratierra debido a que el Sombrerero la necesita, ella es la única capaz de ayudarlo y decide hacer lo necesario para que él esté bien, poniendo en riesgo muchas cosas. En medio de su misión la protagonista se encuentra con viejos conocidos, algunos amigos suyos y otros no, al igual que con personajes a los que conoce por primera vez y, como es de esperarse, pasa por una gran aventura que llega acompañada de la obligada moraleja que siempre está incluida en una cinta de este tipo.
La secuela cuenta con un estilo visual vistoso que sin duda llamará la atención de muchos y respeta la esencia de la entrega anterior. Las actuaciones cumplen, pero da la impresión que no se le exigió demasiado a los actores, quienes simplemente hacen lo que les toca dentro del desarrollo de una trama que en otras circunstancias tal vez pudo dar más de sí.
Alicia a través del espejo empieza bien, pero después se va volviendo un predecible y poco a poco va para abajo hasta llegar a un final que no aporta mucho y cae en los lugares comunes, resultando bastante complaciente. Es muy probable que el público más joven quede complacido con lo que verá, ya que al final se trata de una cinta que sí entretiene por momentos, pero no da para más.