El cine mexicano vive una época de cambios y optimismo, hoy es más fácil que los cineastas nacionales levanten sus proyectos, con métodos como el crowdfunding como una opción para filmar historias: En la Sangre (Jimena Montemayor, 2012) es precisamente una de las beneficiadas con este método de financiación. Con una historia sencilla esta propuesta independiente intenta representar a toda una generación, esa denominada millenial, caracterizada principalmente por desconocer lo que quiere y basar sus decisiones en un egoísmo centralizado.
La opera prima de Jimena Montemayor se nutre de buenas intenciones, una trama sin complicaciones y tres actores encerrados en un departamento. Las comparaciones con Los Soñadores (Bernardo Bertolucci, 2003) no se hacen esperar y es imposible no percibirlas aunque finalmente, como suele pasar con muchos directores debutantes, sus ganas de trascender y contar algo que supone extraordinario le cobra factura, resultando demasiado pretenciosa respecto a un material sin la trascendencia auto impuesta.
Mateo (Pedro de Tavira) regresa de estudiar en el extranjero e inmediatamente se siente fuera de lugar en la Ciudad de México. Su hermano Tomás (Juan Pablo Campa) y su novia Nadia (Camila Selser) lo acogen en su hogar y poco a poco éste se va adentrando en la vida de la pareja, hasta que nace un triángulo amoroso inevitable entre ellos, en gran medida por los cambios que Tomás busca en su vida, así como por la necesidad de cariño y comprensión Nadia necesita aunque no encuentra en su pareja.
La naturaleza independiente del filme es evidente en todos sus apartados, pero la directora se las arregla para meter al espectador en la rutina de este trío y dejar de lado las restricciones económicas que seguro se tuvieron, aunque por muchos momentos la historia se siente carente de riesgo, lo que baja considerablemente su impacto. Si la mencionada The Dreamers contaba un triángulo amoroso similar sin tapujos ni tabúes, aquí el acercamiento al material se siente fresa. Y no porque se necesiten más desnudos ó escenas de sexo explícito, pero sin duda le falta pasión a la trama y desarrollo a la relación entre los personajes.
En conclusión, En la Sangre es una película que cuenta la historia de tres personajes buscando su lugar en el mundo, buscando representar a través de su relación a una generación que transforma constantemente su rumbo, su compañía y sus deseos pero que se ve perjudicada por una ausencia de arrojo y garra.
