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Captura-de-pantalla-2016-06-14-a-las-6.37.02-p.m.Desde su primera oportunidad en la película El Curioso Caso de Benjamin Button (2008), el mexicano Benjamín Magaña ha dedicado ocho años de carrera al área de efectos digitales, colaborando con algunos de los más grandes estudios de cine en diversas producciones como TRON: Legacy (2010), Prometeo (2012) o Iron Man 3 (2013). Desde su llegada a la empresa británica Framestore, el trabajo de Magaña lo llevó a trabajar en la ganadora del Oscar Gravedad (2013) del mexicano Alfonso Cuarón, pasando por cintas como Al Filo del Mañana (2014) con Tom Cruise.
Gracias a su visita por Tag CDMX, en conjunto con el British Council, pudimos platicar con el mexicano sobre el lugar que ocupan los efectos en el cine y entretenimiento actual, así como sobre su labor como artista de efectos visuales.
Cinema Móvil: ¿Consideras que los efectos visuales por computadora aun cautivan como antes al público? ¿La capacidad de asombro en el espectador hacia los efectos digitales sigue ahí?
Benjamín Magaña: La gente definitivamente se ha acostumbrado a ver efectos, esto hace que la barra de exigencia sea empujada más y más alto, cultivando un público más crítico. Antes era mas fácil presentar un personaje fantástico, una araña o lo que fuera salido de la nada, y el público lo aceptaba sin más. Pero ahora es tan común ver seres increíbles en pantalla que la audiencia lo cuestiona más. No se aceptan cosas hechas a medias. Eso sí, la alta demanda de proyectos que exigen efectos en ellos puede disminuir la calidad de estos. Ojalá los efectos especiales puedan retornar a su papel original, el ser esa herramienta narrativa que complementa y desarrolla las historias. 
¿Cómo se diferencia la aproximación para realizar efectos digitales de hoy con cómo era hace 10 o 15 años? ¿Qué ha cambiado?
Ha cambiado mucho. Es lo que me gustó de la industria, que está en constante movimiento. Las técnicas se han refinado, y esto cambia no sólo año con año sino mes con mes. Existe un constante desarrollo de nuevas herramientas. Es un producto muy redituable, que va dejando una escuela y atrayendo a mucha gente. Los estudios están creciendo a grandes niveles, creando profesionales que conocen y saben de estos procesos. Por ese constante movimiento es que debemos ser capaces de cambiar de estilos y adaptarnos a las necesidades de la industria. 
Noto que la paleta de colores en escenas cargadas de efectos digitales suele favorecer tonos más oscuros, como hemos podido notar en varios blockbusters recientes y en escenas que se filman en la noche, empleando colores grises o cafés. ¿No se teme saturar al público con estos tonos monocromáticos? ¿Esto obedece a cuestiones prácticas o estéticas?
Obedece a cuestiones estéticas y a las fórmulas con las que se rigen los estudios. No es que los efectos limiten la gama de colores para mostrar imágenes, es el tipo de proyectos que se favorecen pues los estudios deciden no tomar muchos riesgos. Después de un éxito deciden apegarse a ciertas fórmulas ya establecidas. Por ejemplo, Batman V Superman procuro emular la estética visual de las cintas hechas por Christopher Nolan desde The Dark Knight. Series como Game of thrones tienen una presentación oscura, y es curioso porque la televisión reflejaba al cine y ahora el cine refleja la tv. Muchas cintas buscan emular este look de cielos oscuros. Así que, más que una limitación técnica, es falta de ganas de experimentar. No hay mucho espacio para correr riesgos en cuanto a las inversiones de los estudios se refiere. Las herramientas para efectos visuales con otros colores sí las tenemos pero siempre dependerá de lo que el estudio nos pida.
Hablando de riesgos, ¿cuál ha sido la película que te ha presentado el mayor desafío profesional?
Percy Jackson: Sea of Monsters fue un gran reto porque estábamos muy comprometidos con el tiempo al tomar el proyecto. El trabajo ya había sido empezado por otra empresa pero estaba en bancarrota y cuando nosotros lo recogimos tuvimos que empezar a trabajar bajo gran presión. Era un trabajo muy específico; animación de fluidos y capturas foto realistas. Pero porque fue un gran reto es que lo mantengo muy cerca de mi mente, porque ese tipo de experiencias ayudan a desarrollarte. Me ayudó además porque me trasladó de Londres a Montreal, donde pude trabajar en Edge of Tomorrow, que fue una gran experiencia en la que ya estábamos mejor preparados.
¿Cuál es tu mayor prioridad a la hora de realizar tu trabajo?
Nuestra prioridad siempre es la calidad de la imagen. Siempre estamos viendo cómo implementar las mejores técnicas, y usar las mejores herramientas para hacer todo más fácil y rápido. Para lograr esto se requiere una gran labor de equipo, así como de comunicación con las otras áreas de la filmación. Un esfuerzo en conjunto es el ideal para lograr una sincronización que nos permita realizar nuestro trabajo de forma más eficiente y que las imágenes logren cumplir su cometido.
¿Existe alguien en la industria de efectos que admires particularmente e incluso puedas citar como influencia?
No podría señalarte una persona en especifico. Trato de aprender todo lo posible de mis compañeros, que son gente muy capaz y con muchos conocimientos. Disfruté enormemente trabajar en una cinta de Alfonso Cuarón, a quien respeto mucho como realizador y compatriota. Yo entré a la producción de Gravedad un poco tarde, no trabajé directo con él, pero fue algo que me dejó con un gran sentimiento de orgullo.
Algunos realizadores de efectos visuales han dado el salto a la silla de director. De hacerlo, ¿qué tipo de película te gustaría realizar?
Siempre me ha gustado mucho el cine, pero ahorita me ubico más como técnico que como director. Hace poco di el salto a supervisor, me agrada tener equipos conformados por personas que piensan diferente a mí e incluso son mucho mejores que yo en ciertas técnicas. Me gusta observar eso y emplear esa energía creativa para realizar un gran producto, algo que no podría hacer yo solo. En este momento disfruto eso, una posición de director sería algo incluso egocéntrico. Prefiero dejar que el equipo exprese lo mejor de cada quien.
¿Cómo ves la labor de los efectos digitales en el cine del futuro? ¿Qué cosas podrían cambiar?
Lo que está sucediendo con mayor frecuencia ahora es el empuje en la manera de obtener información del mundo real, cómo lograrlo de forma acertada y rápida. Poder fotografiar y capturar una montaña, un ojo humano, hacerlo fácil y detalladamente en distintas aplicaciones. Hay mucho software que se ha desarrollado para ello, varias tecnologías que comienzan a expandirse como los efectos en 360 más los dispositivos de realidad virtual: Toda esta tecnología es nueva y nadie sabe exactamente todo lo que se podrá producir con la misma, o el estándar que se seguirá. Existe aun prueba y error. Lo que sí es un hecho es que toda compañía involucrada con tecnologías y formas de entretenimiento electrónicas buscarán ser parte de estos nuevos movimientos.

Por Rubén Martínez Pintos

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