Hace unos días nuestro equipo editorial compartió su selección de actuaciones masculinas más sobresalientes de lo que lleva este 2016 y, antes de saltar y hablar de las películas que nos han marcado durante el año, rendimos homenaje a las actrices cuyo trabajo en pantalla ha sido de igual valía que sus pares masculinos.
A continuación la selección de nuestros colaboradores y críticos en cuanto a las mejores actuaciones femeninas del 2016 hasta el día de hoy, tanto en cine como en televisión.
Alberto Acuña
Jennifer Jason Leigh en Los Ocho Más Odiados
Uno de los grandes aciertos dentro de este whodunit, enmarcado en el universo del western crepuscular, fue incluir a Jennifer Jason Leigh interpretando a una criminal vulgar y lenguaraz, siempre rayando la exageración. Sobra decir que varios de los ágiles diálogos tarantinianos, y las mejores secuencias de humor negro, recaen en ella.
Catherine Frot en Marguerite
Ya escribíamos que esta película francesa inspirada libremente en la vida de Florence Foster Jenkins, considerada “La Peor Cantante de Ópera de la Historia”, al acumular personajes y no desarrollar sus sub-tramas provocaba que su reflexión sobre la frustración y la soledad perdiera fuerza. Sin embargo, la actuación de Catherine Frot se califica aparte, como una mujer patética e ignorante, que sólo espera que su marido nuevamente se fije en ella.
Zhao Tao en Las Montañas Deben Partir
La esposa y musa del célebre director chino Jia Zhangke representa por medio de su personaje, dividido entre dos hombres que la cortejan durante tres épocas distintas, las transformaciones, confusiones y confrontaciones que ha ido atravesando la nación asiática, ello con un trabajo sutil y contenido.
Pili Groyne en El Nuevo Nuevo Testamento
Sin duda una gran revelación en esta sátira religiosa que mezcla a Jean Pierre-Jeunet con Luis Buñuel, Groyne sobresale interpretando a la hija pre-adolescente de Dios, la cual se pierde en la Bruselas contemporánea en busca de seis nuevos y variopintos apóstoles para rebelarse ante su padre (quien cretina y sádicamente dedica su tiempo a conjurar desgracias para el hombre). Aún en los segmentos menos inspirados en los que se divide la cinta, se sostienen gracias a la naturalidad de esta chica cuyo nombre habrá que tener presente.
Rachel Weisz en La Langosta
Compartiendo el cariz melancólico y frágil del personaje de Colin Farrell (el cual ya incluimos en nuestro top anterior), Rachel Weisz trastoca la narrativa de esta cinta anti-romántica, a la mitad de la misma, como aquella mujer oculta en el bosque quien debe de acostumbrar a la simulación y a ocultar sus sentimientos.
Gonzalo Lira
Isabelle Huppert en Valley of Love
Frágil pero poderosa. Así de ambivalente es la actuación de la actriz francesa en esta película sobre la pérdida, la resignación ante ella y la necesidad de sobrellevarla. No es secreto que el rango de Huppert siempre ha sido digno de admirarse y que su presencia en pantalla es arrebatadora en cada fotograma, pero en esta película de Guillaume Nicloux (El Secuestro de Michel Houellebecq, 2014) es la fragilidad que contienen sus acciones las que hacen de su trabajo uno de los más poderosos del año. Pocas cosas afectan tanto como ver dolor entre las grietas de una carcaza aparentemente impenetrable.
Cate Blanchett y Rooney Mara en Carol
El trabajo conjunto de estas actrices, cada una por méritos propios pero aquí niveladas con maestría por la dirección de Todd Haynes (Velvet Goldmine, 1998), es el ejemplo de cómo un elenco también representa el trabajo en equipo tan común en el cine. El romance entre sus personajes, nacido de las pulsiones más primitivas pero reprimido por sus consecuencias sociales, permite que ambas luzcan de igual manera aunque en tonos opuestos. La Carol de Blanchett es vaporosa y grandilocuente, como salida de algún film noir de los cincuenta, mientras Mara como Therese complementa con su retraído retrato de una mujer cuyos temores se sienten más enraizados en la realidad de la época representada.
Kitana Kiki Rodriguez en Tangerine
Similar al caso anterior, aunque desde un acercamiento menos riguroso, Tangerine (Sean Baker, 2015) muestra un par de actuaciones que funcionan principalmente por el resultado de su química en pantalla. Y aunque Mya Taylor como co protagonista no carece de méritos para ser elogiada, es Kitana Kiki Rodriguez como Sin-Dee quien se roba cada instante en pantalla. Tan vulgar, violenta y ofensiva como frágil y desesperada, la novata actriz trans tomó a todos por sorpresa con un trabajo que en su comicidad nunca diluye la garra y el patetismo de su personaje.
Emmanuelle Bercot en Amor Mío
Bercot, aunque poco conocida por el público no francés, se ha forjado una carrera importante con los años que recientemente se vio recompensada cuando La Tête Haute, dirigida por ella, fue elegida para inaugurar el Fetsival de Cannes en 2015. Aquí nuevamente dirigida por la joven y talentosa Maïwenn, con quien trabajó en Polisse de 2011, Bercot es devastadora como Tony, una mujer devota al hombre que considera el amor de su vida (y las dificultades a las que comprobárselo la enfrentan).
Jana Raluy en Un Monstruo de Mil Cabezas
El caso de Raluy en esta lista es excepcional. A diferencia del resto (inclusive de Bercot, que en su natal Francia sí es un nombre relacionado con la pantalla grande), la actriz mexicana de Un Monstruo de Mil Cabezas (Rodrigo Plá, 2016) es practicamente una desconocida para quien esté más familiarizado con el cine que con el teatro nacional. Pero ese anonimato está destinado a cambiar gracias a la feroz actuación que acompaña este thriller, donde el enemigo a vencer es un sistema tan grande como ambiguo y carente de rostros a los cuales culpar de sus injusticias.
Jonathan Sanchez
Jennifer Jason Leigh en Los Ocho Más Odiados
Aunque se estrenó en Estados Unidos a finales del 2015, llegó a México hasta inicios del 2016 y vale la pena considerar a su protagonista femenina como una de las mejores actrices de lo que va del año debido al excelente personaje que nos regaló. Daisy Domergue no es precisamente una dama frágil y educada, sino altanera, ruda y malhablada, capaz de ponerse al tú por tú contra cualquiera. Por algo procuran tenerla encadenada la mayor parte de la película.
Anya Taylor-Joy en La Bruja
Esta película es una de las sorpresas del año, una digna representante de su género que también ha funcionado para que conozcamos mejor a la joven actriz encargada de interpretar a Thomassin, una joven que es acusada por su propia familia de practicar brujería. La actuación de Anya es de lo mejor que tiene este filme.
Scarlett Johansson en ¡Salve, César!
Su personaje no aparece tanto como quisiéramos y eso es una verdadera pena. Johansson pobría haber lucido más si le hubieran dado más escenas, pero las pocas en las que aparece son más que suficientes para disfrutar de un buen trabajo. La actriz ficticia a la que vemos en la cinta nos recuerda por momentos a Esther Williams.
Mary Elizabeth Winstead en 10 Cloverfield Lane
La película es buena si la vemos como un thriller y no como una cinta de ciencia ficción. Además de contar con un gran y perturbador antagonista, presenta a una protagonista fuerte que es capaz de salir adelante aún en los momentos más complicados. Winstead sostiene la historia en varias de sus partes con su actuación y logra contagiarnos algo de la desesperación que siente durante su encierro involuntario.
Fernando Santoyo
Jennifer Jason Leigh en Los Ocho Más Odiados
Como en cada proyecto del maestro Tarantino, en Los Ocho Más Odiado hubo una resurrección. En este caso la de Jennifer Jason Leigh, una talentosa actriz que se perdió a finales de los 90s y que aquí regresa con toda la intensidad y la fuerza necesarias para sorprender al público y no dejar de preguntarnos por qué estuvo tan desaparecida y desperdiciada esta fuerza de la naturaleza.
Cate Blanchett en Carol
Ya se está volviendo una constante que, papel que hace Blanchett, es un papel que se merece elogios y premios. Poco a poco la actriz se ha convertido en la nueva Meryl Streep y no es para menos, pues logra abordar cualquier personaje con pasión y elegancia.
Rooney Mara en Carol
Si Cate Blanchett estaba inmejorable en este film, en gran medida fue por su contra parte Rooney Mara, quien es la verdadera ama de la función y quien se roba el show. Sin duda es una de las actrices jóvenes más talentosas del panorama actual.
Alicia Vikander en La Chica Danesa
Si Eddie Redmayne se luce, también mucho tiene que ver su co protagonista Alicia Vikander, quien le da la mejor de las réplicas como la comprensiva y contenida esposa de Einar Weigener. Esta actriz Sueca dará mucho de que hablar y ya es evidente que en los próximos años se disputará los mejores papeles y seguirá cosechando halagos.
Brie Larson en La Habitación
Desde su papel en Short Term 12 (Destin Daniel Cretton, 2013) Larson dejaba ver que había una gran actriz a tomar en cuenta, cosa que se comprobó con creces este año. No sólo fue la justa ganadora de la mayoría de los premios del 2016, sino que además no tuvo competencia pues su interpretación fue tan potente e impactante que no dejo lugar a dudas que fue la mejor del año.
Juan Tolentino
Bella Ramsey como Lyanna Mormont en Game of Thrones
El nuevo personaje de Game of Thrones, en apenas tres escenas, resulta memorable, imponente y enérgico. Esta pequeña merece un papel más recurrente, y ante el exhibicionismo de Daenerys y la indecisión de Arya, resulta el más prudente.
Kate Mulgrew como Galina ‘Red’ Reznikov en Orange Is the New Black
Era difícil quedarse sólo con un personaje, pero optamos por la maternal Red en esta ocasión debido a que probablemente sea el personaje que más drama ha conllevado durante las cuatro temporadas de este show, y en esta ocasión resulta incluso entrañable. Estábamos entre ella y Poussey.
Hayley Atwell como Peggy Carter en Agent Carter
Este personaje me atrapó desde la primera vez que la vi en Captain America: The First Avenger. Es la femme fatale por excelencia y su actuación oscila intermitentemente entre la dureza y la nobleza. Esperemos que alguien reviva esta serie.
Melissa McBride como Carol Peletier en The Walking Dead
La serie de walkers nunca ha destacado precisamente por sus actuaciones, pero el personaje de Carol es uno que ha ido tomando una gran fuerza, en parte por la actuación de McBride que le dota de historia, de evolución, y no se mantiene plano, sino que se ve muy afectado por las circunstancias.
Robin Wright como Claire Underwood en House of Cards
Ni hablar del trabajo de Wright este año. ¡Se roba la temporada! Como limpiándose las lágrimas, este personaje da el siguiente paso y resulta igual (e incluso más) imponente que el propio Frank. Su astucia y tenacidad hacen que quedemos encantados con este personaje.