La noche previa a la primera jornada de la Comic-Con está destinada a proyectar una serie de programas piloto televisivos, velada que por lo general está patrocinada por alguna de las productoras de contenido que auspicia la exhibición con productos en exclusiva, a cambio de un amplio proyecto publicitario durante el evento (en este caso Warner Bros). De entre los títulos nos llamó la atención desde un principio Riverdale, la versión libre que el productor Greg Berlanti realizó de la icónica tira cómica de Archie (la cual coincide con el aniversario número 75 del clásico cómic).
De la concepción original conocida por todos no queda nada, salvo que la acción se lleva a cabo en un suburbio americano moderno, paradójicamente con los mismos valores y doble moral pueblerina de los cuarenta y cincuenta, con gran parte de la trama girando en torno a la tensión romántica y sexual entre los personajes adolescentes.
Berlanti toma la tira cómica para transformarla en un drama juvenil donde los crímenes y misterios están a la orden, muy al estilo de los seriales que se proyectan por la cadena CW en los Estados Unidos. Y aunque los ingredientes de este drama adolescente son por demás usuales, Riverdale tiene un atractivo particular que radica en el carismático reparto (la mayoría actores nóveles), quienes interpretan los esbozados roles con un carisma especial.
Destacan de entre el ensamble K.J. Apa, quien caracteriza a Archie, joven actor quien fue elegido después de una intensa búsqueda que duró casi cuatro meses y que se expandió por toda la unión americana; Camila Mendes como la sofisticada Verónica, la típica chica llegada de Nueva York a residir en un poblado y, finalmente Lili Reinhart como Betty Cooper, la niña buena de la historia y quien tendrá que conseguir más que la amistad sincera que le ofrece Archie.
La clásica trama está aderezada con la misteriosa muerte del gemelo Jason Bloosom, quien perece en misteriosas circuntancias y cuya hermana pretende encubrir, dejando claro que no nos enfrentamos a la tradicional tira cómica que divirtió a nuestros padres. Berlanti es un productor que conoce el gusto de la audiencia jóven, habiendo transformado existosamente añejas franquicias de superhéroes como The Flash, Arrow y recientemente Supergirl en éxitos televisivos, además de haber laborado en dramas como Dawson’s Creek y Brothers & Sisters (en Riverdale hay guiños de su historial con la presencia de Luke Perry y Madchen Amick en el reparto), por lo que sabe sazonar una concepción contemporánea incluyendo diversidad racial y de género en roles importantes de la historia.
El primer episodio de Riverdale no tiene el impacto de otros que hemos visto en la noche previa de Comic Con, sin embargo me pareció un conveniente capítulo en donde se plantea el tono que se establecerá en la serie y en el cual su productor nos anuncia cómo los truculentos acontecimientos que sucederán en el aparentemente apacible poblado se cocinarán a fuego lento.
Seguimos reportando desde Comic-Con.
Por Oscar Uriel
Desde San Diego, California