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12489243_1674589672821667_4430624289856009994_oPor fin ha llegado el momento de ver Escuadrón Suicida, una de las películas más esperadas de este año, y de saber si realmente cumple con las expectativas que ha generado hasta ahora con sus diversos avances, además de descubrir si con su estreno Warner Bros. y DC Comics logran superar el tropiezo que tuvieron con Batman vs Superman: El origen de la justicia. De entrada, lo primero que se puede decir sobre la tercera entrega del nuevo universo cinematográfico de DC Comics es que, en muchos sentidos, sí es mejor que la cinta en la que se enfrentan el Hombre de Acero y el protector de Ciudad Gótica.

En Escuadrón Suicida, los encargados de salvar al mundo son algunos de los supervillanos más infames de DC y es así como tenemos a un improbable equipo conformado por Deadshot (Will Smith), el mejor asesino a sueldo del mundo y quien haría lo que fuera por su hija; Harley Quinn (Margot Robbie), la demente asistente y enamorada del Joker (Jared Leto); Boomerang (Jai Courtney), un ladrón efectivo con sus boomerangs; Killer Croc (Adewale Akinnuoye-Agbaje), quien parece más un animal salvaje que un hombre; Diablo (Jay Hernandez), capaz de crear grandes incendios y de controlar el fuego; Slipknot (Adam Beach), un experto en el uso de las cuerdas para diversas situaciones; Katana (Karen Fukuhara), cuya espada captura las almas de aquellos a los que asesina; Rick Flag (Joel Kinnaman), militar que se ve obligado a ser el líder del grupo; y Enchantress (Cara Delevingne), en cuyo cuerpo habita una bruja milenaria.

La película comienza con una adecuada presentación de Deadshot y Harley Quinn, posteriormente conocemos a Amanda Waller (Viola Davis), una importante agente del gobierno de Estados Unidos, quien está convencida de que su nación necesita un equipo de respuesta para grandes amenazas que difícilmente pueden ser controladas, así que decide reclutar a diferentes criminales convictos con habilidades especiales para que cumplan con misiones sumamente peligrosas, bajo la promesa de reducir tiempo de sus condenas y otorgarles ciertos beneficios. Después, cuando llega el momento de conocer a todos los candidatos para ser parte de la Task X Force, vemos más de las historias de Deadshot y Harley Quinn; esto afecta debido a que se trata de tiempo dedicado a esos personajes, que le resta tiempo en pantalla a los demás.

Ya que sabemos quién es quién y cuáles son las razones que cada uno tiene para hacer las cosas que hace, uno de los candidatos pierde el control y libera a una entidad antigua para desatar el caos en la Tierra y erradicar a toda la humanidad; esto se convierte en la oportunidad perfecta para probar al equipo de supervillanos en una misión real y es el pretexto también para que nosotros los veamos en acción. Esto involucra al Escuadrón Suicida en situaciones absurdas, en las que el humor se siente demasiado forzado por momentos. Lo mismo ocurre con el Joker, quien hace acto de presencia en medio de una búsqueda por su Harley Quinn, siendo parte de apariciones ocasionales que nunca roban cámara a los verdaderos protagonistas.

Vale la pena destacar la banda sonora (con grandes éxitos del pasado y el presente), así como las actuaciones de Will Smith, Margot Robbie, Viola Davis y Jared Leto, quienes respectivamente le dan vida a un asesino incapaz de fallar un solo tiro, que a su vez es un buen padre; una mujer que está loca de amor pero que también sabe patear traseros; una mujer muy ruda a la que no le importa nada con tal de cumplir con sus objetivos y a la nueva encarnación cinematográfica de uno de los villanos más icónicos de los cómics. Aunque a los cuatro actores mencionados se les da un buen tiempo en pantalla, esto no ocurre igual con el resto del elenco, haciendo que algunos de sus integrantes se sienten desperdiciados, dejando claro que hay personajes de los que se pudo sacar más provecho.

Profundizando un poco más en lo hecho por Jared Leto, es justo decir que su versión del Joker queda muy lejos de la perturbadora interpretación de Heath Ledger, pero sí logra igualar lo hecho por Jack Nicholson. Esta vez, el Príncipe Payaso del Crimen tiene una extravagante apariencia de rockstar y la actitud de un inestable psicópata. Lo que vemos de él es sólo una introducción a lo que podríamos ver después y es posible que en un futuro nos sorprenda; sin embargo, por el momento su presencia sólo se queda en cumplidora.

La dirección de David Ayer tiene muchas deficiencias que son consecuencia directa de un guión, escrito por él mismo, que se siente incompleto. También pesa el hecho de que el director nunca había estado al frente de un proyecto tan grande. Por otra parte, hay que tomar en cuenta que en una mega producción de este tipo siempre hay ejecutivos del estudio y productores que interfieren, tomando decisiones que muchas veces afectan directamente al producto que se tenía originalmente y parece que ese es el caso de Escuadrón Suicida, ya que de repente son muchas sus inconsistencias.

Al final, y más allá de la polémica por las malas críticas que la película ha tenido hasta ahora, lo que ha recaudado en taquilla y las declaraciones de algunos de los involucrados en su realización defendiendo el corte que ha llegado a la pantalla grande, Escuadrón Suicida es una cinta que sí vale la pena ver, aunque definitivamente pudo haber sido mejor.