Sin dudarlo el 2016 será recordado cinematográficamente por ser un año cargado de remakes innecesarios y secuelas no pedidas. Curiosamente, acaba de llegar a la cartelera una cinta que a simple vista encaja perfectamente en este rubro; se trata de El Bebé de Bridget Jones (Sharon Maguire, 2016), tercera entrega de una saga que comenzó perfectamente en 2001 y que no tenía ninguna necesidad de continuar con su historia, hasta ahora.
En el filme nos encontramos a una protagonista de 43 años, un poco más madura, con logros profesionales y menos ingenua con respecto al amor. Sus amigos cercanos ya se convirtieron en respetables padres de familia, por lo que la famosa solterona británica ahora debe salir de juerga con sus jóvenes compañeros de trabajo. Los excesos de la fiesta harán que Bridget termine accidentalmente embarazada, sin saber quién es el papá, ya que en el mismo fin de semana se acostó con un millonario americano (Patrick Dempsey) y con su gran amor Mr. Darcy (Colin Firth), de quien tiene tiempo separada.
La primera entrega se estrenó con gran éxito hace exactamente hace 15 años y, aunque no sentíamos la necesidad de descubrir lo que ha sucedido en este tiempo con sus personajes, es justamente de ahí que proviene la principal virtud de esta producción, ya que logra despertar en el público esa curiosidad. En ello influye enormemente el regreso de Renée Zellweger como el personaje titular, ya que nos recuerda por qué nos enamoramos de Bridget, que aquí conserva su magia y carisma, aunque tal vez no con la misma cara.
A pesar de que la trama es bastante simple y la idea de ‘¿Quién es el verdadero padre?’ o ‘¿Con quien se va a quedar la protagonista?’ se agota por momentos, la historia sabe cómo explotar las personalidades de sus personajes, logrando que hasta los instantes más planos sean dotados de un humor muy británico y efectivo. Y aunque El Bebé de Bridget Jones es por demás predecible, basta dejar a un lado las exigencias para disfrutar esta cinta sobre una británica común y corriente por la que dos hombres se pelean su amor. A su favor también actúa el guion, coescrito por Helen Fielding (autora de las novelas originales), quien contó con la ayuda de Emma Thompson para mantener la historia fiel a su esencia.
El Bebé de Bridget Jones es una digna secuela de su antecesora (no estoy contando su fallida segunda parte porque al parecer los mismos personajes actúan como si no existiera), llena de nostalgia y hecha para los fanáticos de la saga sin pretender renovar el género de la comedia romántica o ayudarnos a ver la vida de otra manera. Sencillamente se trata de un entretenimiento ligero que quiere compartirnos un momento en la vida de los personajes que, al igual que nosotros, ya no son unos jovencitos.
Por Enrique Solórzano (@StiviDeTivi)
Colaborador Invitado