Continuando con la larga lista de adaptaciones cinematográficas de novelas juveniles y fantásticas que han tenido éxito, Miss Peregrine y los niños peculiares (Miss Peregrine’s Home for Peculiar Children, 2016) reinventa en la pantalla grande la historia creada originalmente por el autor Ransom Riggs, de cuya imaginación surgió el relato de un lugar mágico en el cual vive un grupo de niños con habilidades extraordinarias, que son cuidados por una mujer que también es más de lo que parece.
Tim Burton encontró una historia que fácilmente encaja con sus peculiares intereses y es justo decir que sólo un director tan excéntrico e ingenioso como él podía ser capaz de llevar Miss Peregrine y los niños peculiares al cine de una buena forma. La película cuenta con el estilo visual y narrativo ya característico en la filmografía del cineasta, quien se reencuentra con esos personajes raros con los que tanto se identifica. De hecho, los fans del realizador encontrarán varios de los elementos que resultan infaltables en sus filmes.
Jake (Asa Butterfield) es un adolescente retraído y ciertamente extraño que creció escuchando las historias fantásticas que le contaba su abuelo acerca de un hogar oculto en el que viven algunos niños peculiares bajo el cuidado de Miss Peregrine (Eva Green), una mujer que evita que sean encontrados por aquellos que quieren hacerles daño. Después de un hecho trágico, Jake decide ir a buscar el lugar en el que viven los niños peculiares y encuentra un reino fuera del tiempo, en el que puede suceder prácticamente cualquier cosa, descubriendo así la verdad que hay detrás de todas las historias con las que su abuelo mantuvo viva su imaginación a lo largo de los años, al mismo tiempo que debe enfrentar a un hombre monstruoso al que no le importa nada con tal de poder alimentarse y alargar su tiempo de vida.
Con personajes que incluyen a mujeres capaces de convertirse en aves, una niña con fuerza sobrehumana, una chica tan ligera que puede flotar y otra que puede crear fuego con sus manos, un niño que tiene abejas dentro de su cuerpo, un par de gemelos que ocultan sus rostros con máscaras, monstruos invisibles y más seres igual de peculiares, Tim Burton nos cuenta una historia llena de magia que coquetea con los primeros trabajos de su filmografía, esos en los que quedaba claro que se trataba de un tipo talentoso y capaz de lograr grandes cosas si echaba a volar su imaginación.
La película sale adelante no sólo por el buen trabajo en la dirección y un guión ingenioso, sino también gracias a las actuaciones de los integrantes de su elenco, en el cual sobresale el joven Asa Butterfield (Hugo, El Juego de Ender) en el papel protagónico y con cierto aire de un joven Johnny Depp, aunque menos ‘raro’. Además, cada uno de los niños peculiares que titulan esta película cuenta con sus propios momentos para brillar en la historia, aunque hay algunos de ellos a los que se les pudo haber sacado más provecho. Otro elemento de la cinta que es importante destacar es su dirección de arte, al igual que lo hecho en el departamento de vestuario y con los efectos visuales.
Miss Peregrine y los niños peculiares es una película ideal para ver en familia, es fácil de disfrutar y aunque está lejos de ser perfecta, sí es un buen ejemplo de lo que es capaz de hacer Tim Burton cuando tiene una buena historia en sus manos.