Como parte de una creciente ola de series empeñadas en explotar las fórmulas de varios filmes de culto, el anuncio de El Exorcista (Jeremy Slater, 2016) dividió muchas opiniones pero, sorprendentemente, su resultado en pantalla no es desagradable y, por el contrario, se disfruta la inteligente expansión que se hace en pantalla del universo literario y cinematográfico, lo cual apenas deja bien parada a esta serie, por lo menos en sus dos primeros episodios.
En un interesante giro respecto del filme de 1973, Alfonso Herrera personifica a Tomás Ortega, un joven sacerdote que atiende una iglesia en Chicago con gran carisma y sentido de ayuda que, irónicamente, se halla en una especie de limbo agnóstico respecto de Dios, su fe y sus decisiones. Es hasta que un sueño le revela la experiencia fallida que el padre Marcus Keane (Ben Daniels) tuvo con el exorcismo de un niño en la Ciudad de México, que el padre Tomás decide buscarlo para pedirle ayuda con un fenómeno similar que cobra cada vez más fuerza en una familia local.
Este clásico dúo del hombre experimentado y el novato, aún dudoso, le da una refrescada a la fórmula original, y aunque la trama (como en el libro y la cinta original) gira alrededor de un exorcismo, la serie ahonda en el pasado de cada sacerdote, el cual tiene elementos de gran interés, y que van un poco desapegados al manejo tradicional que se le ha dado en pantalla a la Iglesia; hombres cuya fe se pone en duda, y de un dogma no tan acentuado como otras versiones.
Aunado a ello, las actuaciones de Herrera y Daniels son bastante sólidas, y aunque el elemento mexicano puede hacer un poco de ruido, esperemos que en algún momento se justifique. Sin embargo, esto se ve opacado en ocasiones por el aspecto más criticable de la serie hasta el momento: sus efectos especiales. ¡En verdad! Basta ver un montón de gusanos que aparece en el primer episodio para acordarse más de lo hecho en cintas como Sharknado que el maravilloso trabajo de maquillaje que Dick Smith logró en el filme original.
Aunque con actuaciones bastante decentes y una historia que busca ser abordada desde otro enfoque, este remake sigue cayendo en el terreno de lo innecesario, por la misma razón que otros materiales como 12 Monkeys: tienen un estándar demasiado alto, prácticamente imposible de superar, lo que denota más una avaricia de querer exprimir la franquicia que una necesidad de explorar las posibilidades de la trama. A pesar de esto, El Exorcista resulta un material entretenido, que amplía el universo de la obra original respetándola en todo momento, no como la ya mencionada aberración protagonizada por Aaron Stanford que sólo provoca querer mirar el filme original… y que ya va por su tercer temporada.
https://www.youtube.com/watch?v=HpvYi9THEos