Ya han pasado ocho años desde que comenzó el Universo Cinematográfico de Marvel y durante ese largo tiempo han pasado muchas cosas, hemos tenido acercamientos a la más alta tecnología, las organizaciones gubernamentales secretas, los alienígenas, la inteligencia artificial y los dioses provenientes de otros mundos, pero ahora ha llegado el momento de acercarnos a las artes místicas, porque resulta que mientras Los Vengadores se encuentran protegiendo al mundo de toda clase de amenazas, hay un grupo de poderosos hechiceros que lo cuidan de la magia oscura.
En Doctor Strange: Hechicero Supremo (Scott Derrickson, 2016) nos adentramos al mundo de la hechicería a través de la historia del exitoso y egocéntrico cirujano Stephen Strange, cuya envidiable vida cambia inesperadamente a partir de que tiene un aparatoso accidente después del cual sus manos, o lo que es lo mismo, sus más preciados instrumentos de trabajo, quedan lastimadas. El personaje se convierte en un espectador más de la situación que le afecta mientras pierde todo lo que posee en busca de una cura y su desesperación le hace llegar a un lugar alejado en el cual se practica la magia ancestral.
El Dr. Strange llega a Kamar-Taj con la esperanza de encontrar la forma de recuperar su vida y de volver a ser el mismo hombre que siempre había sido, pero en lugar de eso encuentra conocimientos a los que pocos tienen acceso y que no cualquiera puede dominar. El protagonista se reencuentra a sí mismo, a su verdadero yo, y descubre todo de lo que puede llegar a ser capaz para cumplir con un destino que desconocía. Al mismo tiempo que el aspirante a hechicero va descubriendo más sobre el mundo al que ha llegado para formar parte del mismo, otros hechiceros, liderados por Kaecilius, intentan traer a nuestra realidad a una malvada fuerza con la intención de sanar la Tierra y a sus habitantes, o al menos eso es lo que ellos dicen.
La nueva película de Marvel Studios se aleja un poco de sus entregas anteriores para llevarnos a través de un original viaje sicodélico-mágico-astral-alucinante que nos hace preguntarnos qué diablos habrán fumado o consumido los responsables de hacer la cinta para conseguir el resultado que ahora tenemos la oportunidad de ver en la pantalla grande. No exageramos al decir que Doctor Strange: Hechicero Supremo es el título con más y mejores efectos especiales que Marvel ha hecho hasta ahora, lo cual se traduce en un verdadero deleite visual lleno de varios colores, diversas texturas y múltiples atmósferas.
La historia está bien escrita y respeta la esencia del cómic en el que se basa, la manera en la que se narra nos hace recordar a Iron Man, ya que cuenta con una estructura muy similar en muchos sentidos. La historia es ágil desde el incio, presentando a los personajes y las situaciones importantes desde el primer momento, a partir del cual avanza rápidamente sin soltar nuestra atención con secuencias llamativa. También vale la pena destacar los destellos de buen humor, siempre presentes en los títulos de Marvel, que llegan justo en el momento indicado y en medio de efectivas escenas de acción que son de las más elaboradas que el estudio ha entregado.
Otro de los grandes valores que tiene la película es la música compuesta por Michael Giacchino, quien logra transportarnos a otros mundos con sus notas, las cuales complementan a la perfección la sobresaliente propuesta visual. En la parte de las actuaciones, Doctor Strange: Hechicero Supremo tiene todo bien cubierto con un Benedict Cumberbatch que cumple con todas las expectativas que había generado; una genial Tilda Swinton que logra que nos den ganas de ver más sobre su personaje debido al gran trabajo que hace; Chiwetel Ejiofor y Benedict Wong como los compañeros del personaje principal; Rachel McAdams como el obligado interés romántico del héroe y Mads Mikkelsen como un villano que no lo es sólo por serlo, sino que en realidad tiene motivos para justificar sus acciones. También les podemos anticipar que se vayan acostumbrando a ver a Benedict Cumberbatch como Stephen Strange, ya que es un personaje que con el tiempo será muy importante en el Universo Cinematográfico de Marvel. ¡Ah! Y no olviden quedarse durante todos los créditos finales.