A lo largo de la historia del cine, la animación no ha sido utilizada solamente para dirigirse al público infantil, ya que también ha sido una herramienta bastante útil para dar vida a personajes bizarros o para contar otro tipo de historias que resultan más oscuras; un ejemplo perfecto de esto lo tenemos en la edición de este año del Mórbido Fest con Psiconautas: los niños olvidados, una cinta tan bella como perturbadora en la que un grupo de aparentemente tiernos personajes son parte de una realidad desalentadora mientras sienten que no pertenecen a ningún lugar y se resignan al hecho de que nunca podrán ser felices.
Teniendo como personajes principales a los inadaptados Birdboy y Dinki, esta película española nos transporta a una isla que fue arrasada por una catástrofe ecológica y en la cual sus habitantes deben hacer lo que sea con tal de sobrevivir. Dinki es una adolescente que tiene un plan para escapar junto a otros dos de sus amigos, un pequeño zorro sumamente miedoso y una conejita que es capaz de hacer cosas muy malas cuando escucha las voces dentro de su cabeza. Por su parte, Birdboy está condenado a la soledad y es esclavo de las sustancias tóxicas debido a que sólo así puede calmar a un demonio que vive dentro de él.
La improbable pareja formada por Dinki y Birdboy debe pasar por muchas pruebas para poder estar juntos y tener la oportunidad de alcanzar el tan prometido final feliz; sin embargo, hay veces en las que la vida real carece de finales felices y eso es algo que los directores, Alberto Vázquez y Pedro Rivero, nos dejan muy en claro en esta brutal experiencia cinematográfica que resulta en una verdadera aplanadora emocional.
Al terminar de ver Psiconautas: los niños olvidados, llega una sensación rara que no es común después de ver a unos personajes simpáticos en una producción animada. Esta interesante propuesta definitivamente no es apta para niños, la animación es tradicional y nos ofrece a personajes confundidos, pero bien estructurados, con los que es fácil identificarse. Un par de datos curiosos sobre esta cinta es que fue hecha por un equipo de sólo 12 personas y que se trata de la adaptación al cine de la novela gráfica homónima que fue creada por Alberto Vázquez, uno de los directores.