La ciencia ficción siempre ha sido uno de los géneros que más llaman la atención del gran público. La posibilidad de ver nuevos mundos, tecnología inalcanzable, otras especies o planetas lejanos siempre ha sido algo que maravilla a los espectadores.
Pero hay una vertiente no muy socorrida dentro del género y es el de las tramas más cerebrales, donde importa más el fondo que la forma. En realidad los parámetros de la ciencia ficción siguen más los preceptos que se ven en una cinta de estas características, que tienen más sustancia, pues los grandes escritores del tema siempre antepusieron la complejidad de la especie humana ante un entorno futurista y no los escenarios o la espectacularidad.
En ese carril llega a las pantallas una nueva representante de esta ciencia ficción más inteligente con el nuevo film de Denis Villeneuve; La Llegada (2016), la cual al verla nos da un poco de tranquilidad al saber que él será el encargado de traer de vuelta uno de los grandes clásicos de esta vertiente; Blade Runner (Ridley Scott, 1982).
Por el estreno de La Llegada, en Cinema Móvil armamos este listado de otras opciones de ciencia ficción que no se sustentan en la espectacularidad de sus imágenes o en explosiones, sino en una trama más profunda, con mucha más sustancia y, sobre todo, grandes ideas.
2001: Odisea al espacio, de Stanley Kubrick (1968)
Hay quienes consideran a Stanley Kubrick como el padre de los efectos especiales, la ciencia ficción y el montaje complejo, y no es para menos si se toma en cuenta este film en el que Kubrick rompió paradigmas, no sólo de ritmo y encuadres, sino que además le imprimió una inteligencia pocas veces vista en la pantalla. Sobreponiendo la imagen, el sonido y los efectos especiales por sobre un arco dramático convencional, esta cinta representó un antes y un después en cuanto a la presentación visual. Después de ella, casi cualquier otro film del género ha bebido directa o indirectamente de él.
Solaris, de Andrei Tarkovsky (1972)
Para muchos esta significó la respuesta rusa a 2001: Odisea al espacio, aunque ambas son muy diferentes. Tal vez lo único que compartan sea un ritmo pausado y enfoque más intelectual porque, de ahí en más, no tienen mucho en común. Aquí seguimos la historia de un científico que es enviado a una estación espacial donde, debido a un fenómeno particular del planeta donde se encuentra, verá de nuevo a su esposa muerta.
Tarkovsky entrega un viaje hacia el interior del ser humano envuelto en su clásica puesta en escena con poderosas imágenes, algo de filosofía y una gran reflexión sobre la pérdida material y la búsqueda del alma. Un clásico de la ciencia ficción imprescindible que dio un remake en el 2002, de la mano de Steven Soderbergh y con George Clooney en el rol principal, el cual no se aleja mucho de la original. Ambas son un ejemplo de lo que la ciencia ficción debe significar; menos espectáculo, más sustancia.
Contacto, de Robert Zemeckis (1997)
Probablemente esta sea la película más cercana a la reciente La Llegada (Denis Villeneuve, 2016) pues, en ambas, una mujer será la encargada de establecer las primeras comunicaciones con una inteligencia de otro planeta. Tal vez este film fue adelantado de su época ya que entonces el público estaba acostumbrado a otro tipo de productos, con alienígenas en sus historias. Los argumentos con fundamentos científicos más realistas no eran precisamente lo que se consumía y es hoy cuando más valía adquiere este estupendo film. Además tenemos a Jodie Foster, que se entrega por completo en el papel de Eleanor Arroway, y donde también podemos ver a Matthew McConaughey preparándose para su gran papel en Interestelar (Christopher Nolan, 2014) con la que guarda varios aspectos en común.
Moon, de Duncan Jones (2009)
Esta fue una de las películas más originales del 2009 y fue injustamente ignorada de todos los reconocimientos del 2010. Enmarcada por la que para muchos críticos del mundo fue la mejor actuación masculina de ese año, brindada por un Sam Rockwell inmenso, protagonista absoluto y único del relato, también representó el debut del hijo de David Bowie tras las cámaras, revelándolo como un director de ciencia ficción a seguir muy de cerca. La historia sigue a un solo personaje que va perdiendo la razón de forma gradual en una estación espacial en la luna y, aunque parezca una premisa aburrida, es más interesante de lo que parece, ya que la trama guarda una sorpresa que se devela en el segundo acto, misma que le da otro enfoque y rumbo.
Interestelar, de Christopher Nolan (2014)
Un clásico instantáneo, una brillante cinta de ciencia ficción que supone el trabajo más humano y entrañable de su director, además es sumamente emocionante y entretenida. Su apego científico es otro plus para esta obra maestra de la ciencia ficción moderna. Por si todo esto fuera poco, Matthew McConaughey brinda otra extraordinaria actuación junto a Jessica Chastain, demostrando que son dos de los mejores actores de la última década.