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ep-160909719Al director Kenneth Lonergan le debemos el hecho de que Mark Ruffalo saltara a la fama con su ópera prima You Can Count On Me (2000), a la que sólo siguió con Margaret (2011) antes de traernos ésta, su tercera película como director y gracias a la que Casey Affleck ahora le debe una segunda nominación al Oscar. Y es que, aunque el menor de los Affleck ya había mostrado su talento en trabajos como El Asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford (2007), Gone Baby Gone (2007) y la maravillosa Gerry (2012) de Gus Van Sant, la realidad es que casi todas sus apariciones en la pantalla grande habían sido de bajo perfil a comparación de, digamos, las de su hermano Ben.

Pero eso está por cambiar porque en Manchester Junto al Mar el actor  es el principal motivo para interesarse en esta intimista historia llena de tragedia y humanidad. El nuevo trabajo de Lonergan no es de fácil digestión, hay que advertir, y es por ello que el trabajo de Affleck es primordial para que la historia funcione y no se estanque en el melodrama que un director menos sensible le hubiera inyectado.

La historia es sencilla y gira en torno a Lee (Affleck), un hombre solitario, silencioso y con una enviciada tendencia a involucrarse en situaciones violentas para encontrar el castigo físico con el que busca expiar la culpa que una tragedia familiar le obliga a cargar en los hombros. Ahora el intendente de un edificio, conocemos fragmentos de su vida pasada a través de flashbacks, en los que pronto sabemos que hay una vida familiar ausente en su presente, misma que lentamente se irá develando.

Antes, Lee fue un jovial pescador, felizmente casado con Randi (Michelle Williams) y padre de dos pequeños, aunque en su presente no existe rastro de la vida familiar que dichos flashbacks sugieren. Es gracias a esta misteriosa situación que el director nos engancha rápidamente en la vida de su protagonista, quien repentinamente debe hacerse cargo de su sobrino (el formidable Lucas Hedges, a quien más de uno recordará por su papel en Moonrise Kingdom), en una situación que lo confronta con esa paternidad que aún no sabemos dónde quedó, pero que indudablemente entendemos no se trata de un tema con el que pueda o quiera lidiar.

Es ahí donde el trabajo de Casey Affleck se convierte en la principal atracción de esta película, sobria y de cocción lenta, donde éste último elemento nunca juega en su contra sino a su favor. Lonergan es un director paciente pero con la sensibilidad suficiente para encontrar en cada situación, por más ordinaria que parezca, detalles suficientes para dibujar mejor a sus personajes y darle paso avante a su historia.

El director se muestra en control de cada situación y para muestra está el trabajo de sus actores, todos contenidos en medio de una vorágine de tragedia, pero siempre estoicos, logrando no sólo uno de los mejores trabajos de su actor protagonista, sino también de Williams, con quien comparte una dolorosa escena final en la que se resume el desquebrajado corazón que palpita detrás de esta historia. Sumado a esto, el sencillo pero atractivo trabajo de fotografía por parte de Jody Lee Lipes (Martha Marcy May Marlene, Tiny Furniture) es una razón más para hacer de Manchester Junto al Mar un drama digno de verse.