Por Gonzalo Lira Galván / @Gonyz
La trayectoria de Carlos Carrera, que ya incluye una nominación al Oscar por El Crimen del Padre Amaro y una Palma de Oro en Cannes por su cortometraje El Héroe, nunca se había enfrentado a un reto como el de Ana y Bruno.
Es por esto que en un país donde la animación sigue sin representación constante o con proyectos cuyas aspiraciones vayan más allá de la explotación comercial, la llegada a la cartelera de un proyecto como Ana y Bruno se siente refrescante.
Por encima de la proeza técnica que esta película representa, los temas que a través de la historia de una pequeña niña y su amistad con una criatura imaginaria son aquí tocados se erigen como una ejemplar muestra de que el cine para niños no necesita huir a la exploración de inquietudes como la soledad, el abandono o incluso las enfermedades mentales. Al respecto platicamos con el director Carlos Carrera, así como con las actrices Regina Orozco y Marina de Tavira (a quien pronto podremos ver en la esperadísima Roma de Alfonso Cuarón).