Por Gonzalo Lira Galván / @Gonyz
No es muy frecuente que el cine boliviano llegue a nuestro país. Ya solo por eso resulta interesante acercarse a Eugenia, la más reciente película de Martín Boulocq, que narra la historia de una mujer de clase media tratando de encontrar su lugar en medio de un país dividido social y políticamente.
Pero más allá de la curiosidad, Eugenia es una película que en su sencillez logra explorar las dificultades de una mujer (la sensacional Andrea Camponovo) que debe atravesar una realidad donde parece dar lo mismo cuáles sean sus inquietudes o intereses, debido a que su entorno parece haberle dado la espalda en el momento en el que su rutina da un giro al dejar a su esposo y su trabajo para mudarse a otra ciudad a comenzar una nueva vida donde la hostilidad de su entorno constantemente parece intentarle impedir ser ella misma.
Cinema Móvil: Me gustaría que me contaras, Martín, cómo nace esta historia. Y en tu caso, Andrea, ¿cómo llegas al proyecto?
Martín Boulocq: “La película fue un proceso largo de un conjunto de ideas, pero el detonador fue un libro que leí sobre “Tania la guerrillera”, que me generó la inquietud de explorar el universo femenino desde la actualidad y la ciudad en la que vivo. Quería hacer esa exploración desde un lugar cercano a mí, pero a la vez ajeno.”
Andrea Camponovo: “Conocí a Martín filmando Los Viejos, que fue su segunda película. Ahí nos enamoramos y desde entonces ya vivimos juntos (risas). Cuando Martín empezó a escribir el guion de Eugenia fue que me contó del personaje y de inmediato me gustó. A él le gusta mucho escribir teniendo ya muy claro quién será el actor o actriz. Esto hizo que para mí fuera un proceso muy lindo que además pude seguir muy de cerca.”
CM: Me dices que a Martín le gusta tener el elenco ya en mente aunque, después de ver la película, me queda claro que también se busca una naturalidad muy específica, diluyendo incluso la línea entre la ficción y el documental. ¿Eso influye en la construcción de los personajes y situaciones?
MB: “Totalmente. En mi proceso de escritura me gusta combinar lo que imagino con lo que la realidad me propone. Si bien muchas ideas de las que surgen son un poco abstractas, en términos de personajes, para mí siempre es necesario aterrizar también las locaciones y los actores antes de continuar escribiendo. Así enriquezco la historia a partir de lo que me ofrecen las personas y los espacios involucrados. Ahí es donde se da esa mezcla entre la realidad y la ficción. A mí eso es algo que me gusta tomar del documental, esos procesos que al final también son útiles en la ficción. Me gusta que la realidad se filtre.”
CM: Respecto a ese tema, noté que para ti era importante sentir lo que rodea a tus personajes, principalmente la ciudad que habitan. Pocas veces podemos viajar a Bolivia a través del cine y, como país latinoamericano, es interesante ver las similitudes que puede haber con México. Para los momentos en exteriores, ¿cómo fue la filmación? ¿Se planeó mucho o, retomando los procesos del documental, fue más “guerrillero”, por llamarle de algún modo? ¿Cuánto de lo que vemos en pantalla se sembró para fines de la película o qué tanto dependió de lo que encontraban en las calles reales?
MB: “La película se filmó en más de un año. Mucho de esto respondió a los procesos de espera, justamente para no cerrar calles o entrometernos con las manifestaciones que se llevaban a cabo. Yo busqué integrar lo que había en el entorno, mientras que también hubo muchos momentos que se filmaron pero que requerían de esperar a que se dieran, como por ejemplo la peregrinación de la virgen, donde vemos a Eugenia caminando entre un mar de gente. Ese tipo de cosas, que yo conozco de mi país, se dan a partir de saber que ocurrirán y esperarlas. En un rodaje convencional no hay tiempo para esperar esas cosas porque existen deadlines. Por eso mis rodajes son con un crew reducido y un tiempo extendido. A mí me interesaba mucho captar esa realidad que solo existe en la calle.”
AC: “Es interesante que toques eso porque, por ejemplo, para la manifestación o la peregrinación, Martín esperó el cierre de campañas. Como ya sabíamos cuándo sería, lo que hicimos fue simplemente ir con todo y burro. “
CM: Una frase de la película se me quedó plasmada. Eugenia dice: ‘No hay que empezar desde cero, hay que seguir nomás’… Viendo la película noté que, en efecto, el personaje de Eugenia siempre está en movimiento a pesar de que es una película que se toma el tiempo de observar. La película no es contemplativa porque siempre hay acción, ya sea de los personajes o la ciudad que les rodea, y eso creo que habla mucho de un personaje principal que siempre busca avanzar o atravesar su situación…
MB: “Para mí era importante que este avance fuera interno pero se viera reflejado en lo externo casi como un espejo…”
CM: ¿Y qué me pueden decir de las referencias? Ya mencionaron a Tania la guerrillera, pero también por ahí se asoma un libro de Simone de Beauvoir. Me interesa saber cuál es la importancia de estos nombres para que Andrea construyera a Eugenia, principalmente en tiempos donde se habla mucho del lugar de la mujer en la industria del cine, ya que a pesar de tu involucramiento como actriz no deja de ser un guion escrito por un hombre…
AC: “Para mí fue esencial que Martín me haya permitido estar tan cercana en todo el proceso de la película. Al dejarme estar tan cerca, él también se permitió tener una perspectiva más femenina sobre lo que quería contar. Me atrevo a decir que, en el caso de que yo fuera un espectador común, casi podría creer que la película la dirigió una mujer. Naturalmente el tema de las mujeres en el cine y las artes es algo que a mí me interesa mucho explorar. En Bolivia son muy pocos los personajes femeninos protagónicos, por lo cual este personaje era un desafío.”
CM: Otro tema muy interesante en la película es la exploración que se hace de la situación política de Bolivia y, con ello, de Latinoamérica. Creo que se trata de una región que recientemente se encuentra oscilando entre distintos intereses políticos y aquí hay un tratamiento de esos temas que se siente muy natural y orgánico. ¿Buscaban hacer algún tipo de comentario al respecto?
MB: “Creo que la intención es más bien generar lecturas por parte del espectador. Yo lo que hago es poner en tensión ciertos aspectos que percibo en mi entorno sin necesariamente tomar una postura muy rígida. Por supuesto que yo tengo una postura política y ciertas preferencias, pero busco complejizar eso. Por un lado está la madre de Eugenia, más bien moderna, mientras que el padre sigue teniendo ideas más radicales aunque no necesariamente cercanas a la realidad que le rodea. Y ahí en medio está Eugenia, que precisamente está buscando cuál es su lugar en todo esto. Eso es algo que se vive en Bolivia, donde la población está muy dividida. Esa tensión me interesaba mucho.”
Eugenia está disponible en México gracias a FiGa Films y Calouma Films. Puede ser vista en la Cineteca Nacional, Le Cinema IFAL y La Casa del Cine.