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cinema movil LA ZombieBruce LaBruce es una figura del cine underground a nivel internacional, siempre como referente de la cultura gay. Oriundo de Toronto, Canadá, LaBruce fue definido por Harmony Korine como “el más grande provocador de Canadá” y ha sido elogiado por otros colegas como Gus Van Sant y el mismísimo John Waters.

LaBruce ha permanecido en el underground sobre todo por haber «cruzado la raya» al realizar filmes pornográficos, y aunque hace un par de años llegó a una etapa un poco más amable con el filme Gerontophilia, sigue estando muy lejos de crear material apto para todo público. «La cuestión que la gente malinterpreta sobre mi trabajo previo es que aunque hago pornografía o incluso cine de horror y gore, siempre existe un elemento muy romántico o un aspecto encantador», me reveló LaBruce cuando lo entrevisté para TwitchFilm en el festival Fantaspoa 2014.

Si se habla del cine gay en cualquiera de sus vertientes, pero sobre todo dentro del género del horror, la opinión de LaBruce es vital. ¿Quién mejor para guiarnos en este tipo de cine que el director de filmes como Otto; or Up with Dead People o L.A. Zombie?

Así, el periodista Jack Flanagan de Dazed decidió cuestionar a LaBruce sobre sus películas gay de horror favoritas. La selección del artista resulta intrigante porque menciona filmes que tal vez no han estado relacionados siempre con la homosexualidad, pero ciertamente también ofrece argumentos bastante interesantes. A continuación les presentamos los mejores.

Por Eric Ortiz García / @CinemaMovil_mx

10) A Nightmare on Elm Street 2: Freddy’s Revenge (Jack Sholder, 1985)

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LaBruce: “Jesse Walash es un estudiante de preparatoria que no puede hacerlo con su novia, por lo que va directo al dormitorio de su mejor amigo, diciéndole que algo está tratando de meterse a su cuerpo. Es Freddy, pero también todo deseo homosexual reprimido que un adolescente ha tenido. Jesse termina en un bar gay, y después ve a su sádico maestro de gimnasia ser amarrado en la regadera y golpeado con toallas húmedas. Aparentemente, el escritor lo hizo intencionalmente gay, pero el director no tenía idea.”

9) Deliverance (John Boorman, 1972)

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LaBruce: “Uno de los mejores filmes sobre la masculinidad. Deliverance es en esencia una cinta de horror sobre vinculación emocional masculina, el regreso del ello, y la violación del hombre femenino. Cuatro hombres de clase media regresan a la madre naturaleza para redescubrir su masculinidad mientras descienden por un rio del sur americano. Se ven envueltos en un conflicto con unos hombres de las montañas y tienen que luchar por sus vidas. La secuencia más infame, en la que Ned Beatty es violado analmente, y Jon Voight casi violado oralmente, por hillbillies, se ha convertido en un estándar de la cultura pop. Pero lo que no se analiza comúnmente es cómo los dos personajes que son más inseguros sobre su masculinidad son victimas de una violencia sexual bruta y primitiva. Esta violación literal corre en paralelo con la violación de parte de la madre naturaleza, ya que la gente de la región del rio están a punto de ser desplazados y destruidos por la invasión de la civilización moderna.”

8) God Told Me To (Larry Cohen, 1976)

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LaBruce: “Esta loca película policial/de horror/de ciencia ficción, del legendario director de serie B Larry Cohen, comienza con un sniper en una torre en Manhattan escogiendo a desprevenidos ciudadanos. Esquivando una bala está Deborah Raffin, quien es introducida mientras camina por la calle con indiferencia, cargando una copia de The Philosophy of Andy Warhol. Todo se torna más extraño desde aquí. Resulta que el hibrido de humano y alienígena interpretado por Richard Lynch es un dios que le dice a las personas que maten, y también resulta que es hermafrodita, con una vagina del lado de su torso. Que Tony Lo Bianco y Lynch interpreten a miembros de esta especie hibrida, y que el maligno dios de dos géneros invita al policía a ser su amigo, hace todo más interesante.”

7) A Reflection of Fear (William A. Fraker, 1972)

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LaBruce: “Es un thriller psicológico atmosférico e inquietante con Sondra Locke como una atormentada chica con un siniestro alter ego masculino quien tal vez es uno de sus espeluznantes muñecos. Cuando su padre, Robert Shaw, acompañado de su prometida (Sally Kellerman), regresan a la escena, deseos incestuosos y múltiples asesinatos suceden. La parte gay de la película no es revelada hasta el giro final, así que si no te gustan los spoilers para de leer aquí. Resulta que Locke no sólo es su propio alter ego, sino también un niño biológicamente, que ha estado usando hormonas femeninas todo el tiempo.”

6) Psycho (Alfred Hitchcock, 1960)

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LaBruce: “A Reflection of Fear sin duda le debe a Psycho, la madre de todas las películas de horror sobre un asesino psicópata y personalidad doble. De todas las cintas inspiradas en el notorio asesino serial Ed Gein, quien también engendró a los homosexuales reprimidos Leatherface (The Texas Chain Saw Massacre) y Buffalo Bill (The Silence of the Lambs), Psycho es la más compleja psicológicamente, hurgando en la retorcida relación edípica que hace que el monstruoso asesino trepe en la piel de su propia madre muerta. Los pathos y la identificación ambivalente con el personaje de Norman Bates es perfectamente realizada por Anthony Perkins, el notorio actor gay de closet. Perkins interpreta el papel como una parábola bizantina de su propia experiencia homosexual en Hollywood.”

5) Pin (Sandor Stern, 1988)

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LaBruce: “Otra variación del género muñeca poseída o poseída por un alter ego. También presenta el complejo de Edipo y, como Psycho, crea una simpatía ambivalente hacia el psicótico personaje central. Para mi el subtexto homosexual siempre fue muy obvio y desgarrador. Leon (David Hewlett) se obsesiona con un dummy medico que su padre (un doctor) mantiene en su oficina para enseñarle a los niños sobre la vida con la ayuda de la ventriloquia. A diferencia de su hermana, quien entiende el truco de su padre, Leon piensa que el dummy es real. Cuando va a la oficina un día en busca de su padre, quien se encuentra fuera, Leon observa accidentalmente a una enfermera teniendo sexo con el maniquí adulto, lo que transforma la ilusión de Leon en una pesadilla sexual. Cuando sus padres mueren en un accidente automovilístico (simbólicamente asesinados por el muñeco), e incapaz de tener una relación sexual normal con alguna chica, Leon desarrolla una incomoda fijación incestuosa con su hermana mientras que gradualmente es poseído por el muñeco homoerotizado, que sigue siendo escondido en el ático.”

4) Cruising (William Friedkin, 1980)

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La Bruce: “Algunos dirían que The Boys in the Band es la obra maestra gay de William Friedkin, pero Cruising se acomoda más al género. Situada en la escena del extremo uso de la piel, en el distrito neoyorkino de los setenta, Cruising está basada en un asesino serial gay de la vida real. Aunque el caso nunca se resolvió en definitiva, el asesino dejó rastro de partes de cuerpos de homosexuales flotando en el rio este. El filme mantiene inteligentemente en misterio la identidad del perpetrador, incluso dando a entender que el policía heterosexual (Al Pacino), quien entra en cubierto a la escena gay para atraparlo, es realmente el asesino.”

3) Looking for Mr. Goodbar (Richard Brooks, 1977)

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LaBruce: “Como un adolescente homosexual reprimido, yo estaba obsesionado con este filme sobre un maestro de niños sordos quien se convierte por las noches en un hedonista que va a bares y usa cocaína (también basada en una historia verdadera). La película, en su atmosfera, dirección de arte y mensaje, parece proyectar la sexualidad gay masculina de la época en una mujer heterosexual. Diane Keaton es extraordinaria en su interpretación como la agresivamente sexual, sin miedo a lo experimental, Theresa Dunn, quien explora gozosamente con drogas, pornografía y libertinaje con un casi irónico desinterés. Ella incluso hace que su doctor logre que ya no pueda quedar embarazada. Su relación con un estafador (Richard Gere) enfatiza la homosexualidad reprimida del personaje de Gere, y por supuesto tiene sentido que su némesis y eventual asesino (Tom Berenger) es un estafador gay que se sorprende cuando ella sugiere que tal vez es un homosexual reprimido.”

2) In Cold Blood (Richard Brooks, 1967)

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LaBruce: “Es significativo que una década antes, Richard Brooks adaptó In Cold Blood, la novela no ficticia de Truman Capote, basada en el asesinato real de un granjero de Kansas y su familia. Mucho se ha dicho del escritor homosexual Capote, quien supuestamente se enamoró de Perry Smith (Robert Blake en la película) mientras escribía el libro y el subsecuente juicio que provocó su ejecución, y no es difícil leer esto como subtexto del filme. No sólo Perry parece tener deseos sexuales por su compañero Dick Hickock, sino que el simbolismo del asesinato de la familia americana, supuestamente sin motivo alguno, es inevitable.”

1) Eyes Wide Shut (Stanley Kubrick, 1999)

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LaBruce: “La obra maestra final de Kubrick quizá no sea clasificada técnicamente como parte del género del terror (aunque se puede argumentar que todos los filmes de Kubrick son de terror), pero es claramente, como todas las demás cintas de esta lista, una historia de pánico homosexual, identidades escondidas, misoginia latente y asesinato.

También es sobre la Cienciología, la cual según dicen toma la represión a la homosexualidad como uno de sus principios. En Eyes Wide Shut, Tom Cruise, sin duda miembro de la Cienciología más famoso del mundo, interpreta a un rico y bien parecido profesional casado con Nicole Kidman (su esposa en la vida real en esa época), quien se involucra en un misterioso culto con tintes satánicos (las mascaras, el sexo y los rituales de sacrificio), involuntariamente aprendiendo sus secretos, y chantajeado para quedarse callado. El filme hace un par de referencias a la homosexualidad rumorada de Cruise, primero cuando es llamado maricón por un grupo de jóvenes en la calle, y luego cuando un empleado de un hotel (interpretado por Alan Cumming, abiertamente homosexual) coquetea con él. Al final, Kidman le dice a Cruise que tienen que fornicar, si les gusta o no, y es claro que el saliente gozo heterosexual tiene que mantenerse. Como en la mayoría de cintas de horror, el pánico homosexual, y la represión de los deseos homosexuales, resultan en un monstruoso regreso del oprimido, algo que termina en asesinato, caos y desmembramiento.”