Los realizadores de Spring sin duda se merecen una buena dosis de crédito por intentar algo genuinamente diferente. Contrario de sus contrapartes en la camada de cine de horror independiente, desesperados por imitar el cine de John Carpenter y demás cintas de horror ochenteras, los señores Justin Benson y Aaron Moorhead trataron de apegarse a la idea que todo este movimiento fílmico pretendía realizar en principio: cine de horror propositivo, fresco y alejado del mar de remakes y secuelas de los grandes estudios.
Lamentablemente de buenas intenciones no se puede vivir y Spring tiene varios fallos que previenen que se convierta en lo que bien pudo haber sido un pequeño clásico moderno. Combinar diferentes estilos y géneros narrativos no es una labor fácil. Pocos pueden llevarlo a cabo con efectividad, pocos pueden ser un Takashi Miike, quien puede mezclar diferentes tonos y matices en sus cintas, cual si fuera un chef mezclando dulces con picante. Hablando del oriundo de Osaka, Spring bien podría verse como un intento de emular un poco la sensación que despertaba una cinta como Audition. Ambas tratan sobre hombres solitarios encontrandose con mujeres bellas y aparentemente perfectas, solo para descubrir terribles sorpresas escondidas detrás de las sonrisas de las féminas.
Un joven estadounidense, huyendo de su tumultuosa vida en América, viaja a Italia, donde conoce a una mujer hermosa, inteligente e interesante. Por supuesto que esto es demasiado bueno para ser verdad y pronto empiezan a ocurrir extraños sucesos. Nuestro protagonista nota que generalmente solo puede ver a la dama de noche, como si le huyera al sol. A la par del inicio de su relación se empieza a volver común encontrar animales muertos en las calles del pequeño pueblo italiano , como si algo, o alguien, los estuviera matando.
No es difícil intuir por donde se moverá el guión con esa premisa, lo que resulta inesperado es que los realizadores decidieron enfocarse bastante en la relación de estos dos personajes. Es un arma de doble filo, por que de igual manera nos ayuda a conocerlos mejor y a la vez termina llenando el metraje de varias escenas de cenas y platicas que no van a ninguna parte. Los diálogos no son precisamente el punto fuerte del guión y con casi dos horas de duración, la cinta adolece de tener mucha grasa extra en su contenido. Otras escenas donde el protagonista ayuda a un campesino italiano a cuidar su campo no logran agregar tanto contexto a la historia como imagino se pretendía. Varios de estos momentos se podrían recortar y no afectarían al resto de la historia.
Una vez más, se debe decir, combinar géneros no es fácil, no cualquiera sabe encontrar la medida exacta. Spring quiere ser una cinta sobre relaciones de pareja y a la vez una de horror sobrenatural. Al final termina haciendo ambas cosas a medias, sin lograr una efectividad total ni una mezcla ideal que pueda realzar los temas de relaciones interpersonales, y el de un horror extraño oculto a la vista de todos. Esta falta de sincronía hace que el acto final de la cinta se sienta particularmente anticlimatico.
Spring está por encima de inexplicables éxitos de crítica del horror indie, como la atolondrada It Follows. Aquí las dos actuaciones principales son bastante enteras, la banda sonora no distrae ni estorba, y en general no se siente esa artificialidad característica de otros filmes independientes. Eso hace aún más lamentable la falta de cohesión en el guión, la falta de enfoque y la duración. La mayoría de las historias en el cine fácilmente se pueden contar en hora y media sin problema, pocas justifican tener casi dos horas de duración.
Las relaciones humanas, y sobre todo de pareja, son un asunto harto complicado, lleno de contradicciones y sinrazones propias de nuestra naturaleza extraña y atípica. Querer manejar estos temas en una cinta que ademas desea asustarte es todo un reto, y como siempre he dicho, incluso un gran fracaso se puede aplaudir si hay una gran ambición detrás. Los directores de Spring quizás puedan realizar una cinta realmente memorable a futuro, de momento aún tienen bastante que pulir, trabajar y aceitar.