Seleccionar página

TerminatorCuando supe que iba a entrevistar a Arnold Schwarzenegger recordé que es el autor de una de las punchlines más célebres de la historia del cine. Así que antes de clavarme en las cuatro cintas de Terminator (ya saben, para prepararme), me planteé un juego. Ya que el actor está notablemente más musculoso que yo (se los juro), decidí atacar su mente e intentar que dijera exactamente lo que deseaba escuchar… en vivo y en directo, la frase: «Hasta la vista, baby».

Así que tomé dos aviones (con el pánico que le tengo últimamente a volar, querido lector), llegué a Nueva Orleans, pregunté a la recepcionista del hotel por el mejor lugar para escuchar jazz, me dirigí al barrio francés, caminé y bebí… todo para quitarme el estrés de enfrentarme al Terminator al día siguiente.

Los nervios se olvidaron cuando entré al mítico Preservation Hall, donde un trompetista de ochenta años se quedaba sin aire después de un solo, un baterista gordo tocaba sin esfuerzo (los bateristas de jazz siempre son iguales… menos el de Whiplash), un bajista sonreía indiferente al público y un delgado cantante de setenta años dedicaba sus letras a «la mujer más hermosa del mundo, su esposa».

La mañana siguiente observábamos una escena de la filmación: Emilia Clarke (Sarah Connor), Jai Courtney (Kyle Reese) y Schwarzenegger (T-800) caminaban por una plataforma de pasillos y cuadros de luz artificial, hasta que Alan Taylor gritó corte. Los amables publicistas de Paramount nos invitaron a regresar a la sala de espera. De pronto, jugando al pasito-gallina, me quedé un poco atrás del grupo de periodistas. Volteé y el T-800, con el rostro mitad metálico-mitad humano, cargando una enorme escopeta, y esperando a que el director gritara «acción», me guiñó el ojo. Interpreté esto como un buen augurio de la entrevista y me fui a esperar pacientemente la llegada del Terminator.

Por Gabriel Martínez Bucio @CinemaMovil_mx

¿Cómo te sentiste cuando empezaron a considerar un regreso del T-800?

Fue una discusión de varios años, porque cuando lo leí fue el día después de terminar mi periodo como gobernador de California en enero del 2011, y desde entonces han estado trabajando en eso y ha habido mucho interés en hacer un esfuerzo por colaborar. Pero creo que lo que realmente recuerdo más es el entusiasmo de todos los involucrados por parte del estudio; el director, Alan, ha sido increíble, los actores han sido increíbles, son muy talentosos y están muy entusiasmados, realmente ha sido estupendo trabajar con ellos. 

¿Cuál ha sido el reto más grande para regresar a la forma de pensar del personaje?

En realidad fue volver a realizar lo que había hecho antes para prepararme para cada película de Terminator. Es decir, uno debe reconocer que es una máquina, y las máquinas hacen todo distinto que los humanos, y uno tiene que practicar esas cosas. Por ejemplo, si tienes que desarmar una pistola, no miras hacia abajo, porque ya sabrías todos los movimientos; si hablas de algo técnico, no buscas las palabras correctas, sólo lo dices como una mega máquina (risas); si hay explosiones, efectos especiales o disparas, no parpadeas; suena muy sencillo, pero requiere mucha práctica: el Terminator no se sorprende por nada. Entonces hay ciertas reglas que ya establecimos desde el principio, que yo puedo regresar y ver a los demás Terminators y sólo hacer lo mismo: el mismo entrenamiento físico otra vez para poder levantar cosas más pesadas, tener un poco más de músculo, para que el cuerpo tenga el mismo peso corporal que tenía en el 2000 y en 1984… ese es el reto.

Terminator-Genisys

¿Cómo fue regresar a un set de filmación y desarrollar las relaciones con los demás actores?

El director hizo algo muy inteligente, nos juntó a todos desde el principio y ensayamos, hablamos sobre los personajes, salimos a cenar, a almorzar, pasamos tiempo juntos, y nos volvimos como una familia. Esto siempre es algo muy inteligente, porque así cuando llega el primer día de grabación, no sientes como si fuera el primer día (porque, ya sabes, siempre estás un poco nervioso), y algunas personas piensan: «¿no sería genial si pudiéramos volver a grabar la primera semana de cada película?» Y hay razones para eso, porque la primera semana, todos están un poco tensos, y después ya nos acostumbramos. Es como en la escuela, antes de tomar confianza y encontrar el ritmo al principio del semestre. Es lo mismo con esto, mientras más tiempo pasamos juntos todos se acostumbraron a los demás (el equipo de cámaras, utilería, armas,).

¿Fue igual en las primeras películas de Terminator

Un poco parecido. A Cameron, como sabes, le encanta ensayar, llevarte a su oficina, sentarse y leer líneas todo el día, y después llevarte al campo de tiro. Entonces es como un sistema de compañeros. Pero nunca me tardo demasiado, para mí es muy sencillo llevarme bien con los actores, trabajar con personas diferentes; creo que nunca ha sido un problema para mí sin importar lo que haga. Ya sea fisicoculturismo o  por ejemplo en la política, realmente te tienes que esforzar para trabajar con personas que piensan de forma diferente a ti, y respetarlos de la misma forma, encontrar un ritmo y seguirlo, porque estás tratando con el trabajo de otras personas, y es terrible si no se puede lograr nada en el día. Siempre he creído firmemente que uno debe comprometerse y respetar el trabajo de los demás. En este caso, solamente pienso «¿qué es mejor para la pantalla? ¿Cómo nos aseguramos de producir la mejor película?».

¿Después de realizar algunas películas donde reconoces tu edad, qué tan difícil o emocionante fue regresar al estado físico que tenías hace 20 años?

Hay algunas cintas donde la edad es un problema, donde lo convierten en un dilema, lo escriben como parte de la trama; en Terminator realmente no es un problema, en absoluto, porque él aparece exactamente igual. Excepto tal vez, como está hecho de carne humana y cabello humano, tiene canas y se ve más viejo, pero es exactamente el mismo mecanismo, en la práctica… Entonces tienes que estar listo para la acción exactamente igual que lo estabas hace 30 años cuando hice el primer T-800.

En cuanto a los retos físicos, ¿qué tan complejo fue regresar a ese estado físico?

Lo más importante es seguir entrenando. ¿Has visto esos comerciales en la televisión: “un cuerpo en movimiento se mantiene activo”? Es exactamente eso. Creo firmemente que mientras entrenes todos los días, no es tan difícil incrementar un poco el ritmo, y decir, bueno, de ahora en adelante, en vez de hacer una hora de ejercicio todos los días, hagamos dos y revisemos todas las líneas de cinco escenas y comencemos a ensayar eso. Después lees el guión y buscas dónde está el reto, dónde tengo que asegurarme de poder actuar todo como una máquina. Luego practicas eso, pero el fundamento básico es que si has estado entrenando todo ese tiempo, no es nada difícil hacerlo. 

terminator arnold¿Haces todas tus escenas de acción tú mismo?

No, con esas escenas tenemos una regla, si puedes lastimarte o matarte, dejas que los dobles trabajen. Porque tienen habilidades mucho mejores, saben cómo hacer las caídas, cómo manejar el fuego, son profesionales. Hay algunos actores que lo hacen ellos mismos, pero no tiene sentido porque es para eso que tienes a un director, entonces hay que dejarlo dirigir; dejar que las personas de vestuario arreglen el diseño; los publicistas para que trabajen con los medios; y la gente que tiene las ideas para volver la acción loca, realidad. Ellos te dicen “esto lo puedes hacer tú”, y “esto lo podemos hacer nosotros”, y “esta parte tiene que ser con animación”.

Lo importante es hacer todo lo posible, porque la gente conoce la diferencia entre los efectos especiales y la realidad. Por eso muchas personas prefieren las películas tradicionales, porque hay más de parte de los actores que efectos animados. Es decir, hay que esforzarse, pero siempre mantenerse a salvo, porque recuerda lo que acaba de pasar con Harrison Ford, con el tobillo. Por un pequeño error, algo puede pasar y normalmente en la vida real te tuerces el tobillo, no pasa nada, sólo cojeas… Pero en una película no puedes hacer eso. Tienes que estar listo, correr, hacer esto o aquello, obviamente eres el héroe, si caminas con una muleta, no funciona. Por eso tienes que ser muy cuidadoso con los ensayos para saber qué sí puedes hacer y qué no.

Este tipo de líneas icónicas que le encanta al público como: “Hasta la vista, baby” o “I’ll be back”, ¿podemos esperar que se repita la fórmula en esta ocasión?

En realidad, nosotros no sabemos cuando decimos una línea si va a ser icónica o no. Cuando dije “Hasta la vista, baby” [sí, lo conseguí, querido lector], no tenía la más mínima idea de que alguien citaría esta frase algún día. Pasó algo distinto con “Stick around”. Yo tenía una escena que apuñalaba a alguien con un cuchillo y se quedaba pegado al asiento. A mí me parecía que esa frase iba a ser memorable pero todo mundo la olvidó. Entonces uno nunca sabe, así que si hay alguna línea así en esta película, no sabría decirles en este momento cual sería. Y no queremos adelantar alguna sorpresa para el espectador.