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resultUna de las cosas que más disfruto de Guanajuato, debo confesar, es la oportunidad de desayunar unas buenas enchiladas mineras… Así que, con eso como misión secundaria, la invitación a cubrir el Guanajuato International Film Festival 2015 no podía ser más que positiva. Y aunque uno creería que en cualquier lugar de la ciudad la misión sería sencilla, la verdad es que resulta (contra todo pronóstico) algo realmente complicado. Esperanzadoramente, el menú de películas que el GIFF tiene para ofrecer hará la odisea más llevadera.

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Día 1

El GPS no mintió y llegar a San Miguel de Allende tomó poco más de 3 horas. Una hora más buscando estacionamiento y ya estábamos en el cuarto de hotel. Si hay algo innegable de esta ciudad es su belleza. Hasta el rincón más oculto o humilde es tan inspirador que sólo las salas de cine (y la obligación que aquí nos trae) hacen que las calles y la vida de la ciudad no sean un distractor que nos aleje de nuestra cinéfila responsabilidad.

Llegamos derrapando a la gala inaugural en el Teatro Ángela Peralta, así que apenas habiendo terminado el homenaje a Eric Del Castillo (cuya filmografía, más allá de sus películas con El Santo, es en realidad poco memorable) pudimos ver la película inaugural, Love & Mercy, del director Bill Polhad (nominado al Óscar como productor por El Árbol de la Vida, de Malick), sobre la vida y obra de Brian Wilson, la mente maestra detrás de los Beach Boys.

Contada a través de dos líneas temporales e intercalándose entre la juventud de Wilson (Paul Dano, subidito de kilos pero maravilloso como siempre), durante la grabación del legendario disco SMiLE (que eventualmente terminó convirtiéndose en Pet Sounds) y su etapa adulta como un atormentado músico en tratamiento por psicosis en los ochenta (con John Cusack demostrando por qué algún día fue un A-lister de talla mundial), Love & Mercy es un emotivo testimonio de cómo hasta las mentes más brillantes e innovadoras pueden ser vulnerables.

Con actuaciones de primer nivel y un diseño sonoro excepcional, Love & Mercy nos hace partícipes de la conmovedora relación con su esposa y salvadora Melinda Ledbetter (Elizabeth Banks en su mejor trabajo hasta la fecha) durante su etapa adulta, al mismo tiempo que nos lleva de la mano durante el mítico trabajo de estudio detrás del legendario álbum Pet Sounds (las escenas de cómo se grabó son maravillosas), su acercamiento a las drogas duras, las peleas creativas con sus hermanos (los demás Beach Boys) y su tóxica relación con el Dr. Eugene Landy (Paul Giamatti), su manipulador psiquiatra y tutor legal, a quien Wilson se vio obligado a acreditar como productor y colaborador artístico durante años. Sin duda, una imperdible sobre el poder y la genialidad de la mente en contra de su propia e inevitable fragilidad.

Apenas terminó la función, un aguacero retrasó la llegada a la fiesta inaugural que, contrario a los comentarios sobre la reducción del presupuesto del GIFF, mostró una infraestructura de envidiables niveles de producción; cena, tragos y reencuentros con viejos amigos fueron la cereza de un sobresaliente banderazo de salida en tierras guanajuatenses.

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Día 2

El segundo día de actividades en esta 18ª edición deresult-1l GIFF arrancó, en la sala de cine, con la proyección de La Oveja Shaun, la nueva película del estudio de animación a cargo de Peter Lord, el genio detrás de Wallace & Gromit y Pollitos en Fuga, como parte de la sección infantil del festival, que este año se enfocó más en la inclusión de los pequeños a través de talleres y actividades, que de una programación como tal. Y aunque debo confesar que se trata de una película que personalmente me interesa, mentiría si dijera que me levanté temprano para verla… Ya habrá oportunidad de hacerlo en otro momento, antes de su estreno y habiendo gozado de más horas de sueño.

Ya bañado y después de un decepcionante primer intento de saciar mi antojo de enchiladas mineras (eviten el restaurante La Terraza), recobré fuerzas post desvelo y me lancé a ver Viaje, una película costarricense de humilde factura pero sobresaliente estética. De manera similar que la reciente película española Estocolmo (Dir. Rodrigo Sorogoyen), la directora “tica” Paz Fábrega nos presenta a la pareja de Pedro y Luciana quienes tras conocerse durante una fiesta, deciden huir para pasar una noche solos.

Filmada en impecable blanco y negro, además de contar con dos excelentes protagonistas, Viaje explora la espontaneidad y volatilidad de las relaciones humanas cuando, después de pasar la noche y obligado a partir hacia una práctica de campo para su tesis, Pedro invita a Luciana a acampar tres semanas en medio de la selva de Costa Rica.

Y aunque la química entre sus simpáticos actores principales hace que la primera parte de la película (su interacción en la ciudad antes del viaje) sea entretenida, resulta decepcionante que hacia el final, Viaje se estacione en la contemplación de la naturaleza, tratando de ilustrar un punto sobre la dificultad de las relaciones a través de escenas líricas que, lejos de conmover o invitar a la reflexión, terminan minando el interés del espectador, guiándolo hacia un final predecible, genérico y anti climático.

Por Gonzalo Lira / @CinemaMovil_mx


COBERTURA ESPECIAL GIFF 2015:
1) Love and Mercy desde San Miguel de Allende
2) Crónicas desde San Miguel por Gonzalo Lira
3) La antología de terror México Bárbaro en el Panteón