Anoche tuvimos la oportunidad de ver el primer episodio de Fear the Walking Dead, el publicitado spin-off del popular drama televisivo The Walking Dead.
Al anteponer la palabra «Fear» en el título, los productores inmediatamente nos disponen a una alerta de hecatombe en la humanidad de la cual hemos sido testigos en The Walking Dead a lo largo de seis temporadas.
El primer capítulo derivó en dos juicios a glosar. Primero hay que explicar que cualquier procedente de un éxito televisivo lleva las de perder, pues los comparativos con la original son inmediatos. Aún así los productores de esta especie de precuela (encabezados por Dave Erickson y Robert Kirkman) han optado por presentarnos un tono y panorama completamente distinto: mientras en TWD las trepidantes escenas se realizan en un aparente sosiego post apocalíptico, aquí las secuencias se llevan acabo en la ruidosa ciudad de Los Angeles, en lo que simula ser el preámbulo de la epidemia que próximamente subyugará a la humanidad.
En la perspectiva de Fear the Walking Dead, las víctimas aún pueden comunicarse con dispositivos electrónicos, asisten a sus labores cotidianas y enfrentan conflictos de índole personal. Es el génesis del contagio. La circunstancia resulta por demás sugerente considerando que el espectador sabe con claridad lo que sucederá en el futuro de la ciudad, sin embargo creo que este primer capítulo careció de fuerza y por lo tanto de interés considerando que se trata del programa piloto.
Habrá que ver el desarrollo de la historia en los próximos episodios, por lo pronto, se nos plantea un conflicto por demás familiar en donde un par de maestros (interpretados por la talentosa Kim Dickens en una oportunidad merecida y Cliff Curtis) confrontan los inconvenientes provocados por sus hijos adolescentes, desde la pertinaz hija (Alycia Debman-Carey) hasta el vástago drogadicto (Frank Dillane); además de la coyuntura que el esposo tiene una ex mujer e hijo con sus respectivos conflictos. El programa básicamente se trata de un drama doméstico más condimentado con el comienzo de una tragedia global que desciende en el siniestro ya conocido por todos.
Uno de los dilemas al plantear una circunstancia como lo hace Fear The Walking Dead es el de evitar que los personajes protagónicos ocurran en el lugar común, de interpretar roles dizque inteligentes a pesar de no lograr descifrar lo que acontece a su alrededor considerando los evidentes vestigios que se desarrollan. Hasta ahora este papel es asignado a los personajes juveniles, al parecer roles más perspicaces que el resto del ensamble. El juicio concluyente de Fear The Walking Dead tendremos que darlo con el paso del tiempo; hoy podemos manifestar que el serial posee un sólido elenco actoral y una eventualidad a explorar, sólo hay que darle más acción a lo esbozado.