La nueva temporada de la aclamada American Horror Story tenía las de perder en su primer capítulo, desde que Lady Gaga fue anunciada como parte del elenco. La expectativa simplemente era demasiada, y los comentarios de los viejos conocidos actores sólo alimentaban más y más el hype. Entonces, ¿cómo es que su personaje fue de lo más destacable en «Checking In»? Y aún más importante, ¿por qué este primer episodio parece un tributo de baja calidad a David Fincher?
American Horror Story se ha caracterizado por tomar los clichés tradicionales del horror norteamericano e incluso referencias casi intactas (como Psycho en «Murder House»), los cuales hasta su tercera temporada había aglomerado de manera astuta. Sin embargo, en esta ocasión el producto final no convence, por lo menos desde este primer acercamiento.
Los seguidores de la serie de antología conocen de antemano el formato del primer episodio de una nueva temporada. Un par de despistados nos mostrarán parte de los horrores que alberga el inmueble maldito, en esta ocasión un Hotel (el Cortez), así como a sus huéspedes, frecuentemente destinados a habitar los mismos pasillos por toda la eternidad.
Hasta ahí todo bien, ninguna sorpresa (en el buen y mal sentido). Sin embargo, lo que siguió de la maravillosa secuencia de créditos quizá le despertó la memoria a uno que otro seguidor de Fincher. John Lowe (Wes Bentley) es un detective quien revisa una escena de crimen en algún hotel. Un asesinato que por su modus operandi denota sadismo, una retorcida noción de cómo hacer justicia, y por supuesto, altas dosis de sangre y mutilaciones, temáticas dependiendo del crimen que la víctima haya cometido, en este caso, adulterio.
A partir de este momento, el detective será acosado por el asesino, quien le hablará por celular para decirle quién será su siguiente víctima, o para hacerle saber que está acosando a su familia. Si todo esto les suena familiar, es porque probablemente ya vieron Se7en (1995) y Zodiac (2007), ambos filmes de Fincher que tienen demasiadas similitudes con lo ya relatado. Como dijimos, estas referencias no son algo raro en AHS pero seamos sinceros, ¿quién quiere ver una mala versión de dos clásicos de culto?
En la obligada parte fantástica que toda temporada de AHS tiene, entra Lady Gaga. Su presentación no podía ser de otra manera: su personaje The Countess Elizabeth alistándose para salir a cazar al ritmo de She Wants Revenge, en una secuencia de seducción y erotismo cliché, casi tan predecible como el hecho que sean vampiros y todo culmine con ambos bebiendo la sangre de sus víctimas mientras fuman un cigarrillo. ¿Por qué esto es lo más destacable? Es divertida y de un buen ritmo; es Lady Gaga, lo que los productores explotan en medida de lo posible.
Las historias secundarias hasta el momento, con las turistas suecas, la recepcionista destinada aparentemente a atender el hotel de por vida, su asistente Liz Taylor (maravillosa interpretación) y la prostituta junkie interpretada por Sarah Paulson, aún necesitan tiempo para tomar fuerza.
En conclusión:
Lo destacado de «Checking In»:
– La estética decadente y laberíntica del hotel, casi a la steampunk, como si fuera una mezcla entre The Grand Budapest Hotel, The Shining y el video juego BioShock.
– Las siempre sanas dosis de sadismo burlesque, en hilo con los vampiros que habitan el hotel.
– Los personajes de Iris (Kathy Bates), Hypodermic Sally (Sarah Paulson de prostituta junkie con un amigo horripilante), Liz Taylor (Denis O’Hare, quien parece que tendrá margen para explotar sus dotes histriónicos) y The Countess Elizabeth (Lady Gaga, cuya fama, no obstante, opaca casi por completo a su papel).
– Los créditos iniciales. Infalibles y entretenidos como siempre, soltando las más enigmáticas pistas de la historia.
Lo que no nos gustó:
– La historia del asesino y el detective. No tuvo un buen comienzo y sus similitudes con Se7en y Zodiac son excesivas; quizá debamos dar tiempo a que la trama se desarrolle.
– Los vampiros. De AHS se espera lo mejor cuando de criaturas se trata, y aquí simplemente hubo una gran decepción. ¿Y los niños-vampiro con los videojuegos? No, simplemente no.
– Quedarnos con la duda de cómo será el personaje de Evan Peters, a quien siempre le hemos visto en interesantes roles, lo que posiblemente sea un punto a favor para los siguientes capítulos.
– Ese final con The Eagles. ¿Así o más obvios?