En 2008 el realizador Luis Fernando Frías de la Parra dirigió un curioso mediometraje documental de nombre Calentamiento Local, el cual, como si de un programa de animales salvajes producido por National Geographic se tratara, hablaba e ironizaba acerca del choque cultural que se da entre hombres mexicanos y mujeres extranjeras en las playas de Puerto Escondido. De algún modo, es ahí donde se puede localizar el germen temático de su ópera prima, la película romántica de tono agridulce Rezeta (2012).
Una famosa y exótica modelo de origen albanés que no habla ni una sola palabra en español (la Rezeta del título, interpretándose a sí misma), llega a la Ciudad de México, después de haber protagonizado campañas publicitarias alrededor del mundo. Aquí, entre comerciales insulsos, la frivolidad propia del medio donde se desenvuelve y cierta promiscuidad que gozosamente practica, conoce a Alex (Roger Mendoza), el antisocial baterista de una banda punk quien en poco tiempo se convertirá en su único amigo, su confidente y a la postre su (inesperada) pareja.
Frías no sólo tiene a bien ambientar su cinta en un espacio defeño identificable, contemporáneo, cosmopolita, vibrante, en el que incluso su protagonista lo recorre sin la mirada curiosa de turista (estaciones del Metro, Coyoacán, Viaducto, el Museo de Historia Natural, el Salón Los Ángeles); sino que toma prestada la fórmula boy meets girl para abordar tópicos tales como el clasismo y la xenofobia con un tono desenfadado y sarcástico.
Estos temas son representados con personajes con los que la chica va coincidiendo fortuitamente, como aquel fotógrafo hipster genial en el sexo o ese intelectual hippie afecto a sostener conversaciones insoportablemente aburridas; y de igual forma con diálogos espontáneos y en muchos casos divertidos que constantemente intercambia la pareja en torno a sus disímbolos estilos de vida, los cuales delatan la manera en que la relación va ensombreciéndose irremediablemente.
Con estos elementos, más un soundtrack ecléctico cuya función es describir las diferentes etapas que atraviesan juntos este par durante varios meses, Rezeta es una rara avis dentro de nuestro panorama, en las antípodas de la comedia romántica más complaciente y del drama protagonizado por treintañeros en eternas crisis existenciales.
Rezeta se puede ver en la plataforma Cinema Uno.